El gravamen que pagarán este año los consumidores se elevó hasta un 7.36 por ciento para así adaptarse a la inflación, que en noviembre pasó la barrera del 7 por ciento, la más alta en dos décadas.
La Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) alertó sobre las dificultades que enfrentarán los negocios en el inicio de este 2022 tras un aumento en los precios de productos sujetos al Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS): gasolinas, diésel, cigarros y bebidas saborizantes.
“Este arranque del año 2022 vamos a vivir una cuesta de enero prolongada que se convertirá en una verdadera pendiente empinada para los consumidores mexicanos”, dijo Cuauhtémoc Rivera presidente de la ANPEC.
Luego de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció en la segunda quincena de diciembre que habría alzas en el IPES para este año, un impuesto indirecto que los productores e importadores incluyen en el precio final del producto.
El gravamen que pagarán este año los consumidores se elevó hasta un 7.36 por ciento para así adaptarse a la inflación, que en noviembre pasó la barrera del 7 por ciento, la más alta en dos décadas.
De acuerdo con los pequeños comerciantes, en los primeros días de enero se han visto incrementos en “frutas, legumbres, verduras, abarrotes, papel higiénico, artículos de higiene personal, limpieza, cárnicos, embutido”, además de las bebidas alcohólicas y el tabaco.
La ANPEC (una sociedad que aglutina a vendedores a pequeña escala como las tiendas de abarrotes) se lamentó sobre los efectos en los negocios que puedan provocar la inflación y la cuarta ola de contagios de COVID-19 por la nueva variante ómicron.
“Esta tendencia se ve consolidada por la virulenta cuarta ola de COVID-19, ómicron, que está propagándose a una velocidad nunca vivida por la humanidad en pandemia alguna, más allá de lo letal o no de este embate, lo cierto es que está enfermando a la población y con ello hackeando la actividad económica de la sociedad”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la ANPEC.