El Partido Revolucionario Institucional (PRI) dio un giro de 180 grados a su tradición histórica antireelecionista al aprobarse modificaciones en sus estatutos que permitirán que sus dirigentes tengan la posibilidad de repetir en sus cargos hasta por tres periodos.
“Las personas titulares de la Presidencia y la Secretaría General electas para los Comités Ejecutivo Nacional y Directivos de las entidades federativas durarán en su función cuatro años, y podrán ser las electas hasta por tres periodos consecutivos”, señala la reforma estatutaria aprobada.
Durante la celebración de la XXIV Asamblea Nacional del tricolor, los consejeros nacionales votaron a mano alzada para dar luz verde a este cambio que permitirá al actual dirigente del tricolor, Alejandro Moreno Cárdenas (Alito), reelegirse hasta 2032.
Al encabezar la Sesión Plenaria de la XXIV Asamblea Nacional Ordinaria del PRI, Alejandro Moreno, sostuvo que no hay mayor tragedia para un régimen democrático que una oposición entregada. Por eso, añadió, trabajaremos con valentía, inteligencia y estrategia para servir a México de la mejor manera.
Aún más a la izquierda
El coordinador de los trabajos de las asambleas priistas, diputado federal Rubén Moreira, destacó que las reformas fueron resultado de mesas temáticas llevadas a cabo en diversas regiones del país y buscan recuperar al electorado.
En la nueva etapa que inicia el PRI, se define como partido demócrata social, de centro izquierda y progresista, para lo cual expulsó al neoliberalismo de su ideario al considerar que este modelo que en algún momento algunos priistas tuvieron gran cercanía, es fruto de políticas que llevaron a la pobreza, violencia y desigualdad.
Moreira dijo que guiarse por esa corriente los alejó de los grupos sociales que desde la fundación de este instituto político fue su razón de ser como herederos de la revolución.
¿Máscara contra cabellera?
En su discurso final, Alejandro Moreno, aseguró que en el PRI “no caben élites, ni notables que aspiren a imponerse a la militancia, ni a los resolutivos que el priismo en pleno decide en una Asamblea Nacional” y advirtió que irá por los priistas vinculados con el Pemexgate y el caso Colosio, lo que sin mencionar nombres fue un mensaje con dedicatoria a Francisco Labastida Ochoa y Manlio Fabio Beltrones, personajes que criticaron recientemente a Moreno por los resultados obtenidos en las elecciones y su intención de permanecer al frente del tricolor.
Argumentó que “en un partido como el nuestro, no caben élites, ni notables que aspiren a imponerse a la militancia, ni a los resolutivos que el priismo en pleno decide en una Asamblea Nacional”.
“La inconformidad de quienes disienten es hacia un relevo generacional en los órganos de decisión del partido que ya es irreversible”, añadió, “ese es el problema de fondo”. Dijo que “no compartimos las nostalgias del viejo partidazo, ni de las recetas provenientes de personajes que florecieron en los tiempos en que el PRI era partido dominante”.
Asimismo, criticó a quienes dejaron las filas del PRI a quienes calificó de “cínicos, lacayos y esquiroles”, al servicio del gobierno y sus intereses, que quieren romper la unidad a cambio de impunidad”.
Acusó que debido a la corrupción en que se vieron envueltos muchos de estos personajes el PRI fue castigado por la ciudadanía, por lo que señaló que deberán de presentarse a rendir cuentas.
“No vamos a tapar a nadie, vamos a exigir cuentas, transparencia y los vamos a convocar a que cumplan con su responsabilidad”, subrayó.