PSIC. GENOVEVA MUÑOZ ALVAREZ MASTER EN EDUCACION Y TERAPIA FAMILIAR
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En estos momentos de vida que se vive la cuarentena se extraña la vida “normal”, pero ¿te has puesto a analizar a conciencia qué es la normalidad?, tal parece que es vivir corriendo de un lugar a otro, estresado porque el tiempo no da ni para comer, dormir, disfrutar en comida o hacer algo que guste, el ser humano acostumbra hacer, hacer y hacer.
Incluso una expresión muy coloquial hace mención de ello, cuando después de un día transcurrido un individuo se atreve a expresar: hoy no hice nada. En realidad, no hacer nada es imposible, habría que cuestionar al individuo a qué se refiere exactamente, qué fue lo que no hizo. Imagina a un hombre acostado en su cama todo el día, ¿qué hizo ese hombre?, dormir, recostarse, comer, ir al baño, beber, definitivamente hizo, por lo tanto, no hacer nada es imposible.
La única forma de no hacer nada es estar muerto, y aunque hay personas que metafóricamente están muertas en vida, también hacen.
La constante actividad del ser humano lo limita a actuar, y estar ocupado haciendo le impide verse a sí mismo, pensar en sí mismo, sentirse a sí mismo, observarse a sí mismo, conocerse a sí mismo; cuando esto ocurre, se ve orientado a cuestionar lo que hace, lo que siente, lo que piensa, lo que cree, lo que no hace, lo que no cree, lo que no siente. Cuando el sujeto tiene la capacidad de ver a su interior, observarse, cuestionarse y reflexionar sobre sí mismo, se lleva a cabo un insight.
El insight o introspección, es una inspección al interior de uno, el ser humano está constituido por un ser biológico, un ser mental, un ser emocional, un ser espiritual. Cuando se refiere a ser, se indica una existencia, una forma. Cada forma en la que el individuo existe le aporta una esencia y característica de sí mismo, aspectos relevantes que ayudan a SER, a vivir.
La introspección biológica.- el cuerpo es el instrumento por medio del cual nos hacemos perceptibles, tiene muchas capacidades y sensores a través de los cuales se conoce el mundo, pero a su vez posee limitaciones como el cansancio, la enfermedad, el hambre, la sed, el dolor. Cuando se hace mucho y la vida es ajetreada, él tiene la misión de hacer saber a su dueño que ya se ha hecho suficiente e indicar un límite físico, sin embargo, el hombre o mujer emocionada, estresada, comprometida, obsesionada, entre otras características continúa sin escuchar los llamados o gritos de su cuerpo.
La introspección biológica llevaría al sujeto a tomar conciencia de su parte física, observarla, atenderla, conocerla, comprenderla, cuidarla y tomar conciencia de la responsabilidad que implica poseerla. Cuando se logra el insight a este nivel se puede percibir al cuerpo y entender lo que éste desea comunicar, por supuesto, respetarle, validarle y brindarlo lo que NECESITA. Se puede saber que los pies duelen porque se ha caminado mucho y es momento de descansar, que la cabeza duele porque se ha pensado mucho y es tiempo de actuar, cuando tiene hambre que es tiempo de consentirlo y alimentarlo; cuando requiere evacuar u orinar, que desea desechar lo que ya no le es útil.
Él sigue su propio proceso natural, no hay nada que le indique que debe parar o seguir, es autónomo e inteligente, entonces ¿por qué no escucharlo? Generalmente, no se le escucha porque entorpece los planes del ente, éste en lugar de sentirse complementado por el cuerpo, se percibe imposibilitado al grado que pasa por alto las necesidades de orinar, defecar, comer, beber, descansar y cuando el cuerpo llega a su límite necesita gritar para ser escuchado. Estos gritos son dolores ocasionales, crónicos, enfermedades, padecimientos, alteraciones en el organismo.
Aproveche la cuarentena para profundizar y tener contacto con su cuerpo, escúchelo, atiéndalo y aprenda a respetarlo. Cuestiónese: ¿qué querrá decirle con ese dolor?, ¿cuándo comenzó?, ¿qué lo incrementó?, ¿qué lo aminora?, ¿es la primera vez que está o ya es repetitivo?, ¿en qué momento o bajo qué circunstancias lo percibe o se manifiesta?
Escuchar al cuerpo y darle su lugar es el primer eslabón para alcanzar la armonía, la paz, el equilibrio.
Hay ejercicios que pueden favorecer a este análisis, a ésta introspección, tales como la relajación muscular, la relajación por respiración profunda.
A nivel psicológico se habla de la relajación como un estado de tranquilidad, calma, descanso físico y/o mental, un momento de reposo en el que el ser humano es capaz de estar en un estado de conciencia sobre sí mismo y lo que le rodea. Dicho estado es posible de ser alcanzado por experiencia de vida o por voluntad propia, de manera que es una herramienta muy útil para manejar la ira, las tensiones, las preocupaciones, la ansiedad, el estrés, los ataques de pánico y un sinfín de estados mentales alterados y físicos sobresaltados, y convertirlas en paz, alegría, felicidad, calma, tranquilidad, conciencia.
La relajación se enfoca en dos elementos del individuo: el cuerpo y la mente. Cuando una condición física es la que se encuentra alterada en el ser humano y requiere de tranquilidad, se alude a la relajación física, también llamada relajación muscular o relajación corporal; cuando lo que la persona necesita es calmar sus pensamientos desbordados, manifiestos generalmente con ansiedad, angustia, ira, estrés, entonces se menciona la relajación mental, relajación de pensamiento, relajación cognitiva o relajación psicológica.
La relajación favorece el insight ya que permite al individuo poner atención a sí mismo. Un ejercicio muy corto para escuchar su cuerpo es respirar profunda y lentamente, y exhalar lento y profundo; cerrar los ojos y recorrer todo el cuerpo de forma lenta y tranquila percibiendo cómo se siente cada una de sus partes (pies, pantorrillas, muslos, partes genitales, glúteos, pubis, vientre, abdomen, pecho, cuello, manos, antebrazos, brazos, hombros, espalda, cabeza, cuero cabelludo, rostro, ojos, boca, nariz, mejillas, orejas). Continuar con la respiración lenta y profunda hasta terminar de recorrer todo el cuerpo y después de ello, poco a poco ir abriendo los ojos.
Si identificas que alguna parte de tu cuerpo no está en equilibrio, en homeostasis, será momento de buscar la manera de recuperarlo.
El cuerpo es sabio.
La introspección mental.- la mente es la creadora del pensamiento, de las creencias, las esperanzas, las ideologías, las fantasías, las metas, los objetivos y todas los procesos mentales que intervienen para lograrlos, tales como la atención, el análisis, la conclusión… la mente es también una forma de existencia del ser humano.
Continuará…
Recuerde que buscar ayuda a tiempo reduce mucho el sufrimiento, y que ante el sufrimiento, buscar ayuda es mejor opción.