PSIC. GENOVEVA MUÑOZ ALVAREZ MASTER EN EDUCACION Y TERAPIA FAMILIAR
TANATÓLOGA ATENCIÓN PREVIA CITA TEL. (044)921-13-6-98-92 FACEBOOK: Consultorio Psicológico (Psicóloga Genoveva)
Un límite es la capacidad de ponerme un alto a mí mismo, a aquello, o a aquel que este quebrantando mi integridad, que me esté violentando física, psicológica o emocionalmente. Cuando pongo un límite sano respeto mi integridad y la del otro, mi límite y el del otro.
Su objetivo principal es el sano funcionamiento de mí mismo, esto es, mantener mi homeostasis (armonía emocional, sentimental y psicológica).
Pasos para poner límites sanos:
1. Identificar mi desacuerdo. Lo primero a realizar para poner límites sanos es conocerme y saber qué me gusta, qué me disgusta, qué me hace enojar, qué me hace llorar, qué me pone triste, qué me frustra con mayor facilidad, en pocas palabras conocer y saber cómo siento, cómo pienso, cómo actúo.
Pero si aún no termino de conocerme o entenderme, lo primero será identificar cuando algo me incomoda, esto es darme cuenta que algo no me está gustando, no me está haciendo sentir alegre, ni feliz, ni contento. Darme cuenta de que algo o alguien me está alterando mi paz interior.
2. Reconocer lo que siento. Cuando reconozco lo que siento, acepto que algo en mí está sucediendo, está siendo afectado, está habiendo un cambio inesperado. Después de darme cuenta, lo que sigue es aceptarlo.
No avanzo mucho si me quedo sólo inconforme, molesto, triste, enojado, avergonzado… y hago como si no pasara nada, porque al hacer esto, lo que en realidad estoy haciendo es ignorarme a mí mismo. Y si bien he de poner límites a los demás, necesito primero aprender a ponérmelos a mí, ignorar lo que siento y pasarlo por algo es transgredir mi persona y no respetarme, por ahí requiero iniciar, para poder lograr que otros no me transgredan y me respeten.
No afecto a nadie siendo quien soy, sintiendo como siento, pensando como pienso, y soy responsable de lo que hago con ello. Me acepto completamente y me reconozco falible, me puedo equivocar, puedo fallar, pero no pasa nada grave si esto sucede, al contrario, aprenderé más de mí mismo y de la vida.
Acepto lo que siento, aunque parezca tonto; acepto lo que pienso, aunque los demás no estén de acuerdo o no lo acepten, lo acepto y me acepto, porque todos somos personas falibles y únicas, lo que nos hace diferentes en todo, con la gran habilidad de equivocarnos una y otra vez, y aprender.
3. Expresar lo que pienso y siento. Me doy cuenta de lo que me incomoda, lo acepto y lo comunico. La comunicación tiene la finalidad de informar, no pretende
un diálogo, ni acuerdo sobre el tema expuesto, es tan sólo informativo. El receptor (quien escucha) pone atención para recibir el mensaje que se quiere transmitir y es todo, no se pretende una respuesta de su parte, pues dejaría de ser comunicación y pasaría al diálogo. El siguiente paso después de aceptar lo que siento y pienso en el proceso para poner límites es comunicarlo.
Algunas personas tienen la idea de que decir lo que piensan y sienten es una grosería o falta de respeto si es algo contrario a lo que el otro expresa, es un grave error, no afecta lo que decimos, no son las palabras las que dañan, sino el uso que se les da, la entonación, la connotación, la intención que llevan y la interpretación de quien las recibe.
Si comunico lo que pienso y siento no ofendo a nadie, pues es mi forma de pensar y de sentir, no estoy hablando de nadie en específico, tan sólo comunicando lo que hay en mi mente.
Por ejemplo: imagino que estoy en una reunión de amigos en la que no soy anfitrión y uno de ellos me pide el favor de servirle agua, la realidad es que me siento muy cansada y llegué a la fiesta para verlos y convivir con ellos, pero no tengo ganas de estar parándome y quisiera sólo convivir permaneciendo sentada, me doy cuenta que no quiero servirle agua y lo acepto entonces me comunico y le expreso – amigo, la verdad estoy muy cansada y no tengo ganas de pararme. Ésta información es tan sólo lo que siento y pienso, si mi amigo lo tomara a mal u otra persona, están en la libertad de hacerlo, así como yo estoy en la libertad de expresarme. No hay grosería en ello, ni transgresión a nadie, en dado caso ¿cuál sería la transgresión?, ¿no obedecer a mi amigo?, ¿hacer lo que no quiero?
La presión social puede ser muy compleja y sabotearme al grado de elegir hacer algo que no quiero, pero me reconozco, me valoro, me respeto y evito transgredirme haciendo lo que en verdad deseo y no lo contrario.
Puede no ser fácil expresarme al principio, sobre todo si no estoy acostumbrado, pero entre más tarde en hacerlo, más tardaré en aprender a poner límites sanos y me seguiré sintiendo incómodo o peor. Entre más rápido comience a expresarme, más pronto aprenderé a poner límites sanos y dejaré de sentirme incómodo o peor.
Me reconozco falible, un ser que puede fallar, y consciente de ello me aventuro a comunicarme sabiendo que puedo no hacerlo perfectamente al principio, pero recociendo mi capacidad de aprendizaje, sé que entre más practique más experto seré.
4. Espero ser respetado. Cuando comunico lo que siento y pienso espero que los demás me entiendan, me comprendan y me respeten. Y espero que sea suficiente para que no se me transgreda. Por ejemplo, con la pauta de mi amigo citada con anterioridad, espero que él entienda que estoy cansado y que no tengo ganas de pararme a servirle, sin embargo, él insiste diciendo – sé que estás cansada, pero sé que me quieres mucho y que me vas a servir, al escuchar esto me doy cuenta que mi amigo no me ha entendido, ni comprendido, por lo que me comunico nuevamente diciendo –amigo, estoy muy cansada, no te serviré. De ésta forma no le quedará ni a mí, ni a él, la duda de que estoy siendo completamente clara. Y espero que ahora sí me entienda, comprenda y respete.
Yo cometería un grave error si cedo a servirle a mi amigo tras haber dicho que sabe que lo quiero mucho, pues respeto lo que siento y me siento cansada. Si yo lo pasa por alto, estaría brincando mi propio límite personal y permitiendo que él u otros tampoco lo respeten.
Continuará….
Recuerde que buscar ayuda a tiempo reduce mucho sufrimiento, y que ante el sufrimiento buscar ayuda es mejor opció