PSIC. GENOVEVA MUÑOZ ALVAREZ
MASTER EN EDUCACION Y TERAPIA FAMILIAR
TANATÓLOGA
ATENCIÓN PREVIA CITA
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Consultorio Psicológico (Psicóloga Genoveva).
La edad adecuada para tener celular va relacionada con la capacidad que tiene el individuo de prevenir, detectar y actuar responsablemente ante los riesgos que implican las comunicaciones digitales.
Prevenir: consiste en ver con anticipación las consecuencias que pueden ser ocasionadas si se hace tal o cual cosa, en el plano de las comunicaciones digitales se debe prevenir lo que sucedería si se abre una página pornográfica, si se envían fotos personales con poca o nada de ropa, si se agrede o molesta a alguien, si se sostiene comunicación con desconocidos, si se sostiene una relación sentimental cibernéticamente, si se considera un amigo conocido por este medio y se le proporciona información personal, entre muchas más circunstancias que no son extrañas ni ajenas a cualquier individuo que use un celular.
Detectar: darse cuenta de. Darse cuenta de lo que está sucediendo, de las intenciones de aquél que no se ve, de las intenciones personales, de lo que ocasiona de manera personal la acción que se está detectando (agrado, molestia, desagrado, ilusión, remordimiento, incomodidad, complicidad, inseguridad, miedo, adrenalina…), tomar consciencia de lo que ocurre y no de lo que se supone ocurre, es decir, ver el todo y no sólo la intención personal. Comprender: que la intención de otros podrá no ser la que se imagina, que lo único que se puede garantizar es la intención de uno mismo; y que las cosas pueden no ser lo que parecen.
Actuar responsablemente: Implica dar siempre la respuesta correcta, la más sana y funcional. Es decir, ser consciente de las obligaciones, reglas, la moral, los valores personales y actuar conforme a ellos. Vulgarmente se dice: “hacer lo que se tiene que hacer”, “hacer lo que se debe hacer”, “hacer lo correcto”, aunque no guste, aunque se quiera hacer lo contrario.
Cuando un ser humano tiene la capacidad de distinguir y llevar a cabo lo antes descrito, entonces está listo para poseer un celular y es capaz de resolver lo que sea que se le presente y si no resuelve, recurrirá a buscar la ayuda responsable para poder hacerlo.
Es posible percatarse que bajo estas premisas hay adultos que tampoco están listos para hacer uso de un celular, y que hay adolescentes que pueden estarlo. Lo que sí es definitivo es que un niño no tiene la responsabilidad necesaria para una comunicación digital y que darle un celular es irresponsabilidad de los padres. Por lo tanto, todos los errores o delitos que éste pueda cometer son responsabilidad de los mismos.
Cuando un adolescente hace uso de este aparato electrónico será necesaria la supervisión del adulto a su cuidado, y es también responsabilidad de los padres la permisividad que le brinden al hijo con el uso del mismo. Los papás comentan que la intención de darle un celular a su hijo es poder tener comunicación con él, ella o ellos en caso de emergencia, situación que puede ser válida, no obstante, para estar comunicado con un hijo vía digital no es necesario que se le brinde un aparato último modelo con un costo hiperelevado, un aparato sencillo que reciba llamadas y mensajes de texto es suficiente.
Otros padres argumentan que sus hijos tienes celulares ya que para la escuela es necesario pues hay comunicación por redes sociales de tareas y más cosas educativas. Y de igual forma puede ser válido, sin embargo, la responsabilidad es la misma, para que el adolescente tenga la oportunidad de estar comunicado y tener acceso a sus tareas y grupos sociales educativos por cuestiones de la escuela, no es necesario que se le brinde un aparato último modelo con un costo híper elevado, un aparato sencillo que reciba llamadas, mensajes de texto y pueda hacer uso del Whats app, Facebook, correo electrónico, es suficiente; o bien, que los padres reciban dicha información y se la transmitan a los hijos, de esta forma se puede tener vigilancia sobre la ejecución de las tareas también. Claro está que, si el uso del aparato es más sofisticado, el cuidado con el mismo debe ser mayor también.
La situación problema radica en que los padres tampoco están conscientes de los riesgos que corre el menor de edad con el uso del celular y/o los pasan por alto, por comodidad y conveniencia. Comodidad, ya que se ahorran tiempo y esfuerzo al estar separando sus mensajes personales de los que podrían ser las tareas de sus hijos y comunicárselos, ahorran tiempo al evitar, olvidar o pasar por alto el supervisar que los menores otorguen el uso adecuado del aparato. La conveniencia está ligada a la comodidad, ya que para conservar ésta última les conviene pasar por alto el chequeo y vigilancia del celular de los hijos.
El poseer un celular es como aprender a tener una mascota, se le debe educar al adolescente sobre cómo utilizar el aparato, cuándo es válido hacer uso de él, qué hacer y qué no hacer con el mismo, dónde y bajo qué circunstancias utilizarlo. Cuando se pasan por alto los riesgos pueden experimentarse consecuencias como:
- Tener que llamar la atención del adolescente porque ha hecho un uso excesivo de las redes sociales y ya pasa más tiempo en el celular que en la convivencia con la familia y/o coetáneos.
- Presentar dificultades del sueño por el uso excesivo del aparato, por extender el tiempo de su uso a altas horas de la noche.
- Manifestar dificultades de la alimentación, como resultado del uso excesivo del celular y pasar la alimentación a segundo término.
- Problemas por publicar información privada, subir fotografías o videos íntimos.
- Ser víctima de ciberacoso.
- Ser víctima de ciber bullying.
- Que terceras personas hagan mal uso de la información privada compartida, de las fotografías o videos íntimos.
- Acceso a pornografía.
- Ser víctima de extorción.
- Entre otros.
Entre las recomendaciones que se pueden otorgar para evitarlas se encuentran:
- Papás dar el ejemplo y apagar el celular llegando a casa y/o evitar utilizarlo para consumir tiempo que puede ser compartido en familia. Tenga presente que usted requiere hacer lo que pide, si no puede cumplir con lo que demanda, será necesario lo logre primero.
- Tener claro que la finalidad del aparato es comunicación en caso de emergencia, comunicar aquello que no puede esperar para otro momento. Y no platicar con aquellos que no se tienen cerca cuando la familia cercana se encuentra presente, a menos que sea de común acuerdo y de manera ocasional.
- La finalidad principal del celular no es jugar o pasar tiempo libre, ya que para ello existen otras actividades más fructíferas que gastar tiempo frente a un aparato electrónico.
- Enseñar y concientizar que la intimidad es privada y la privacidad sólo se comparte con uno mismo. En caso de problemas o conflictos puede ser compartida con especialistas, familiares o amigos de extrema confianza.
- Aprender a respetar la intimidad propia y la de terceros, de tal manera que no se puede publicar las cosas de los demás, ni las privadas.
- Los padres necesitan revisar el aparato electrónico y el uso que su hijo le da, de manera que pueda garantizar la responsabilidad del menor y cumplir con la propia. Existen actualmente programas que ayudan a ello.
Es sumamente importante aclarar que los aparatos electrónicos no son malos, lo inadecuado son los malos hábitos que el ser humano desarrolla al usarlos en exceso y sobrevalorarlos considerándolos necesarios para la vida.
Recuerde que buscar ayuda a tiempo reduce mucho sufrimiento y que ante el sufrimiento, buscar ayuda es mejor opción.