*IV ADVIENTO/A. I.- DIOS-CON-NOSOTROS (Is 7,10-14).* El trasfondo del oráculo que hoy presenta Isaías, es la amenaza de guerra para Judá; Rasón, rey de Aram y Pécaj, rey de Israel, se han aliado para atacar a Jerusalén y así obligar al rey Ajaz para formar una coalición que luche contra Asiria. Pero finalmente no lograron atacar a la ciudad santa (cfr 2Re 16,5-9), debido a que Ajaz pide ayuda al rey de Asiria para que lo libre de estos dos reyes y se declara vasallo de Asiria. Cuando Ajaz se entera de la amenaza de Damasco y Samaría, se llena de miedo y con él toda la ciudad. El profeta Isaías aparece para asegurarle al rey que no sucederá nada, debía estar atento, pero en paz y confiar en Yahvé y para mostrar la verdad de sus palabras, ordena a Ajaz pedir una señal. Como sabemos, la señal es un signo, un acontecimiento, un fenómeno que suple el lenguaje hablado y escrito que sirve para avisar, informar o entregar algo. En medio de una amenaza de guerra solamente se habla de muerte y destrucción y debido a la negativa de Ajaz, Dios ofrece una señal que se opone a los sentimientos y actitudes del rey y del pueblo: *Dios habla de la vida, ofrece vida* . Había asegurado que Él estaría con su pueblo y lo confirma con el anuncio del nacimiento del Emmanuel, que nacerá de una virgen. *II.- RECIBIR EN TU CASA (Mt 1,18-24).* Al inicio de su Evangelio, san Mateo presenta a Jesús como hijo de David, hecho que prueba mediante tres series de genealogías, cada una formada por catorce genealogías; pero también lo presenta como hijo de Abrahán, con lo cual Jesús es el Mesías del pueblo judío y también lo es de todas las naciones (cfr. Gn 12,3). Hoy nos invita a contemplar el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios; María, desposada con José, pero sin vivir aún juntos, está embarazada por obra del Espíritu Santo, acontecimiento que José ignora y quiere entender desde la lógica humana. Recordemos que los “desposorios” eran tan serios que al prometido se le llamaba ya “marido” y solamente podía quedar libre por el repudio. Dice el texto que José es un hombre justo y él quería cumplir la ley y piensa separarse de María de un modo discreto, abandonarla privadamente y renuncia así al divorcio público, el cual supone la lapidación (cfr. Dt 22). Había encontrado solución a algo que le preocupaba, pero justamente cuando pensamos que ya hemos resuelto todo, aparece el Señor para revelar su proyecto. Y así, en sueños, el ángel del Señor se le aparece para explicarle el plan de salvación y cómo él tiene un papel muy importante en el mismo. El hijo de María es Hijo del Espíritu Santo, José le pondrá el nombre (este acto corresponde únicamente al padre del bebé) que significa la misión que realizará: salvará a su pueblo de sus pecados. Una vez comprendido el acontecimiento, no duda en recibir a su esposa. *III.- HIJO DE DIOS (Rm 1,1-7).* En el saludo inicial de la carta a los Romanos, san Pablo presenta un conjunto de acciones divinas en su persona, con lo que confirma la autenticidad y legitimidad de su ministerio apostólico: *Llamado* para ser apóstol; *elegido* para proclamar el Evangelio; *se le concede* la gracia del apostolado. El tema central del Evangelio que predica se desarrolla en dos momentos: Jesucristo es el Hijo de Dios que nació de María Virgen y es del linaje de David y, por otro lado, Dios ama también a los pueblos paganos y nos ha llamado, por medio de su Hijo, a formar parte de su pueblo santo. *Pbro. Lic. Wílberth Enrique Aké Méndez.*