*XXV ORDINARIO/B. I.- SI EL JUSTO ES HIJO DE DIOS (Sb 2,12.17-20).* Nos encontramos con un texto rico, de manera extraordinaria, con el tema de la antropología teológica, es decir, con la reflexión -puesta paradójicamente en boca de los impíos- sobre el ser del hombre, su origen y el sentido de su existencia. Da la sensación de que el impío realiza este razonamiento teniendo frente a sí la vida del justo, misma que es comparada con su visión pesimista (1,6-2,1-5), relativista (2,6-9) e injusta (2,10-11). Al justo se le reprocha conocer a Dios y decirse hijo suyo (v.13), presume que Dios es su padre (v. 16). La trampa para el justo (v. 12) es para comprobar si tiene razón (v. 17), si Dios realmente lo librará del poder de sus adversarios (v. 18), conocer su temple y entereza (v. 19) y para ver si Dios lo protege (v.20). *II.- SERVIDOR DE TODOS (Mc 9,30-37).* San Marcos nos obsequia este XXV domingo del tiempo Ordinario, con el Segundo anuncio de la Pasión; no es que esté repitiendo el tema, no, ya que el domingo anterior tenía como preludio la Profesión de fe de Pedro y, ahora, le antecede la escena de la Transfiguración (9,2-13) y la curación de un endemoniado epiléptico (9,14-29). Nos ubicamos: a).- en el primer anuncio, Jesús nos habló de “sufrir mucho y ser reprobado” ¿por quiénes? “Por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días” (8,31); b).- previo al segundo anuncio, permitió a Pedro, Santiago y Juan contemplar su gloria y escuchar la voz que vino desde la nube; enseguida esa gloria se hace operante en la curación del endemoniado epiléptico; hasta ahora todo parece muy sencillo, pero hay un camino muy peculiar para llegar a esa gloria y este es el momento de enseñar a los discípulos el misterio de la cruz, como el camino a seguir si queremos ser auténticos discípulos; c).- el contexto es de una enseñanza por Galilea y aquí “el Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres, le matarán y a los tres días resucitará” (v. 31). Como podemos ver, este texto es más directo y tajante pues va directamente a tres acciones, que son, entregar, matar y resucitar; la entrega se hace a los hombres (no dice quién), ellos reciben, pero también y tristemente, ellos matan y es sólo la tercera acción la que es realizada por Cristo; lo que vieron en la montaña Pedro, Santiago y Juan, lo contemplará toda la humanidad y toda ella también participará de esa gloria. Pero no todo queda ahí, porque la comunidad de los discípulos del Resucitado ha de reflejar su presencia gloriosa mediante el servicio, se es el primero, cuando se hace el último; se es importante, cuando se hace servidor de todos los hermanos. *III.- SABIDURÍA QUE VIENE DE DIOS (St 3,16-4,3).* Mirando al interior de la comunidad, Santiago distingue una sabiduría terrena, natural y demoníaca (v. 15) cuyos frutos se mencionan en el v. 16; también distingue la sabiduría que viene de Dios (v. 17) cuyos frutos deben imperar en la vida de todo discípulo y de toda comunidad, dejando atrás las luchas y conflictos que no son propios de Dios. *Pbro. Lic. Wílberth Enrique Aké Méndez.*