Por Sonia Domínguez Ramírez
Cuando se tienen los bolsillos vacíos, ¿por la cabeza de quién no ha pasado la idea de poseer una máquina para crear dinero y así poder comprar todo lo que se desea o bien para solventar un gasto ante una necesidad urgente? Seguramente más de uno lo ha pensado, y aún hay quienes a lo largo de la historia se han atrevido a imprimir sus propios billetes. A pesar de que esto podría parecer una idea fantástica para salir de pobre, es todo lo contrario.
El funcionamiento de la economía no es cosa de broma, ni de tapar un hoyo para destapar otro, es por ello que debe existir un control que dé orden al sistema financiero de un país, tarea que compete al banco central que está encargado de emitir la moneda nacional, regular la cantidad de billetes y monedas en circulación y preserva su valor. Esta institución interactúa con el Estado y con los otros bancos, asimismo promueve el sano desarrollo de los sistemas financiero y de pagos.
Banco de México (Banxico) es pues el banco central en nuestro país y su existencia es primordial en el funcionamiento de la economía nacional.
Ley Orgánica, el Banco de México tiene la función de prestar servicios de tesorería al Gobierno Federal y actuar como agente financiero del mismo; fungir como asesor del Gobierno Federal en materia económica y financiera; participar en el Fondo Monetario Internacional u organismos de cooperación financiera internacional y de autoridad en materia financiera, y además de operar con bancos centrales.
Un poco de historia
Durante el siglo XIX diversos bancos emitían su dinero, lo que dio como resultado un gran desorden y desconcierto en el intercambio monetario, esta situación empeoró en el periodo de la Revolución tiempo durante el cual al querer borrar todo lo que tuviera que ver con la época porfirista terminó por destruir el sistema monetario que existía.
Para 1917 la Constitución estableció la creación del Banco Único de Emisión abriéndose una discusión sobre si debería ser de carácter privado o estar bajo control gubernamental. Los constituyentes reunidos en Querétaro optaron por la segunda fórmula, aunque la Constitución sólo estableció que la emisión de moneda se encargaría exclusivamente a un banco que estaría bajo el control del Gobierno. Al mismo tiempo, varios países en el orbe coincidían en la necesidad de tener un banco central.
Fue el 1 de septiembre de 1925 cuando se inauguró el Banco de México el cual sería el instituto que en exclusiva tendría la facultad de crear moneda, tanto mediante la acuñación de piezas metálicas como a través de la emisión de billetes. Como consecuencia de lo anterior, se le encargó regular la circulación monetaria, las tasas de interés y el tipo de cambio. Asimismo, se convirtió al nuevo órgano en agente y asesor financiero y banquero del gobierno federal, aunque se dejó en libertad a los bancos comerciales para asociarse o no con el banco central.
Instituto autónomo
Una de las conquistas de Banxico fue convertirse en una institución financiera autónoma, lo que evita que pueda ser presa de intereses de grupos o del propio gobierno al no poder ser obligado a prestarle dinero. Asimismo, su autonomía le permite operar con independencia presupuestal y de gestión y en que determinar sus políticas e instrumentos para realizar sus funciones. El Banco de México tiene la responsabilidad rendir cuentas, mediante el envío de informes al Congreso, la publicación de reportes periódicos y la divulgación de información oportuna.
De acuerdo con la misma institución, “la autonomía en la conducción de la política monetaria no solo ha propiciado una menor persistencia de la inflación, sino un anclaje de las expectativas de mediano y largo plazo en niveles próximos a la meta, y un menor traspaso a la inflación de las modificaciones de precios relativos, en especial de las fluctuaciones cambiarias. Esto conlleva beneficios para la sociedad, pues, a lo largo del tiempo, ha permitido enfrentar diversos y severos choques externos con menores afectaciones a la actividad económica”.
Banxico indica que su autonomía se sostiene en tres pilares:
1.- De naturaleza legal. En su parte medular se integra con el mandato constitucional que establece que la misión prioritaria de la Institución es procurar el mantenimiento del poder adquisitivo de la moneda nacional.
2.- La forma en que está integrada su Junta de Gobierno y las normas a que está sujeto su funcionamiento. Dicho órgano colegiado está conformado por un gobernador y cuatro subgobernadores; funcionarios que son designados por el Ejecutivo pero que no pueden ser destituidos de su cargo discrecionalmente. Los periodos de servicio de dichos funcionarios son alternados. El de gobernador es de seis años y empieza en la mitad de un sexenio gubernamental para concluir al cierre de los tres primeros años del siguiente. Los periodos de servicio de los subgobernadores son de ocho años y su reemplazo se da cada dos años, de manera alternada.
3.- Independencia administrativa que la ley concede al banco central.
Banxico en tiempos de AMLO
El presidente Andrés Manuel López Obrador en más de una ocasión ha manifestado su deseo de que Banxico tenga una función dual, es decir, Banxico, además de controlar la inflación, apoyara en el crecimiento.
Al respecto, el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, en una entrevista que concedió a Arena Pública, aclaró que esta institución “no tiene los instrumentos para poder modificar el crecimiento potencial de la economía en un mediano o en un largo plazo. El crecimiento realmente gravita alrededor de usar mejor la mano de obra, la tecnología, mayor acumulación de capital, la productividad. Obviamente las condiciones monetarias en la economía pueden contribuir a suavizar estos ciclos, pero difícilmente a modificarlo de manera sostenible”.
Asimismo, agregó que “es muy claro que los instrumentos del banco central deben estar enfocados a propiciar estabilidad, y que hay muchos otros elementos de política pública que se pueden utilizar para promover un mayor crecimiento en la economía”.
A principios de mayo, López Obrador volvió a explotar en contra de Banxico por una encuesta que cabe aclarar, no realizó el banco central, sino diversos analistas que mencionaron que la economía nacional crecerá en promedio en los próximos 10 años a una tasa de 2.2 por ciento.
El presidente señaló públicamente que “el Banco de México dice que no habrá desarrollo del 2 por ciento en 10 años, dicen, pues a lo mejor ellos tienen que defender esa postura porque tiene como función principal el controlar la inflación, que deberían tener como función controlar la inflación y apoyar en el crecimiento”.
Argumento que “estas mediciones hechas por tecnócratas no consideran como variable que ya no hay corrupción en el gobierno, por lo que puede afirmar que la economía sí crecerá al 4 por ciento, como es su meta”.
Por otra parte, recientemente a López Obrador le correspondió proponer a dos personajes para ocupar dos espacios en Banxico, Gerardo Esquivel Hernández para el cargo de subgobernador y Jonathan Ernest Heath Constable como miembro de la Junta de Gobierno del Banxico. Cabe recordar que Esquivel fue su asesor económico en la campaña de AMLO y es esposo de la actual secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, lo que para algunos representó un riesgo de que pudiese existir un conflicto de intereses.
De cualquier modo, es claro que López Obrador quisiera tener injerencia en las decisiones de Banxico, lo que podría lograrse en caso de que los legisladores de su partido, Morena, recibieran línea para cambiar la ley que rige al banco central. Es una tentación que está latente, pero que nadie puede asegurar que se lleve a cabo en realidad.
Para ahondar más sobre qué es Banxico y cuáles son sus funciones puedes acceder a su página web: http://www.banxico.org.mx/