El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) dio a conocer el estudio ‘México: sueños sin oportunidad’, que permite detectar los rubros donde se requiere trabajar más para lograr el desarrollo social de miles de personas.
Por.-Sonia Domínguez Ramírez
En la más reciente medición del Índice de Competitividad Internacional ICI 2019, de un total de 43 países, México ocupa el sitio 34 y sus principales debilidades están en los indicadores relacionados con el bienestar de la gente, aseguró el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) al dar a conocer la novena edición del Índice de Competitividad Internacional (ICI), estudio que busca identificar las brechas de desigualdad que tiene México frente a otros países.
El instituto destaca que la desigualdad en un país va más allá de la del ingreso, también tiene que ver con un acceso dispar de los habitantes a la justicia, salud, educación, mercado laboral y oportunidades de inversión, entre otros. El Índice de Competitividad Internacional mide la capacidad de las naciones para generar, atraer y retener talento e inversión que detonen la productividad y el bienestar de sus habitantes.
De acuerdo a los hallazgos del estudio existen 10 grandes retos que México requiere enfrentar para equilibrar la igualdad de desarrollo de sus habitantes y para cada uno de éstos, propone medidas que desde su óptica, enriquecerían las políticas públicas.
Los temas más preocupantes
En el tema de la desigualdad, el estudio afirma que “en México, ‘echarle ganas’ no es suficiente para salir adelante”, para la mayoría de los ciudadanos, el lugar donde nacen define su destino, y quienes viven en el sur del territorio nacional tienen menos oportunidades. Para cambiar esta situación, el IMCO sugiere que las autoridades impulsen el sur del país, sin descuidar el desarrollo alcanzado en otras regiones.
Otro de los grades pendientes para el país es que el Estado de derecho es ineficiente y la inseguridad, la delincuencia, la impunidad, lo que aunado a un deficiente acceso a la justicia penal frenan el desarrollo del país. El deterioro del Estado de derecho, la confianza en la policía y una tasa alta de homicidios, la mayor inseguridad afecta principalmente a la población de menores ingresos y repercute negativamente en las inversiones toda vez que presenta un panorama de incertidumbre.
La propuesta que al respecto ofrece la asociación civil es reforzar los mecanismos de control, evaluación y sanción de los órganos de las instituciones de seguridad y justicia, para detectar y sancionar posibles actos discriminatorios e ilegales de los servidores públicos. Acceso desigual a la justicia lo que es un freno para la economía y el bienestar.
En el rubro de salud el IMCO afirma que no todos los mexicanos tienen acceso a servicios y atención médica, y señala que “el cambio del Seguro Popular al nuevo Instituto Nacional en Salud para el Bienestar (Insabi) no resuelve las desigualdades que genera el sistema de salud mexicano, pues se mantendrá fragmentado y con recursos repartidos de forma heterogénea. Además, faltan mecanismos de transparencia y rendición de cuentas”.
Al respecto, la propuesta del IMCO es presentar un plan financiero en el cual se transparenten los tratamientos que cubrirán el Insabi de inicio y los planes para aumentar su cobertura.
El tema de educación es otro de los rubros donde el país sufre rezagos, de acuerdo a los hallazgos del estudio en México, una mayor escolaridad no se asocia con un incremento proporcional en el desarrollo social y económico. Ir a la escuela no es lo mismo que aprender, dado que detrás del promedio de años de escolaridad existen enormes diferencias entre entidades, clases sociales, grupos étnicos o entre mujeres y hombres. La prioridad de los esfuerzos del sistema educativo debería ser que todos los alumnos alcancen, por lo menos, un nivel de aprendizaje básico.
La sugerencia al respecto para que sea acogida en las políticas públicas, es priorizar el desarrollo de los niveles escolares donde el impacto de las inversiones es mayor en eficiencia y equidad, como la educación inicial y el preescolar, garantizando la calidad de los servicios y no solo el acceso.
El análisis destaca que la desigualdad en el mercado laboral y la diferencia salarial se derivan de la discriminación ya sea por discapacidad, género, grupo étnico, preferencia sexual y edad, criterios que poco tienen que ver con sus capacidades laborales. Para enfrentar y cambiar esta situación el IMCO se necesita fortalecer los mecanismos de vinculación entre autoridades, el sector productivo y las instituciones de educación superior para desarrollar capacidades, según las necesidades específicas de cada región. Además, de generar incentivos para fomentar la inclusión y diversidad en los centros de trabajo.
Otro de los sectores que afectan el desarrollo del país, es que la mayoría de los programas sociales del gobierno federal, se eliminaron los lineamientos que definen su operación, además se eliminaron a los intermediarios de la sociedad civil, lo que no garantiza que se evite la corrupción en la entrega de apoyos sociales. Para evitar que se discrimine a población vulnerable que requiere de los apoyos sociales, el IMCO destaca que es necesario generar y transparentar información y métricas de evaluación de los nuevos programas sociales.
El estudio del IMCO menciona que las inversiones deben tener un enfoque social, ya que “una inversión de gobierno mal planeada o basada en objetivos ajenos al bienestar social pueden impactar negativamente a la comunidad”.
En México existen inversiones que pueden reducir la disparidad actual. La inversión en desarrollo de infraestructura social, como salud, educación, saneamiento y agua potable, beneficia principalmente a la población rural y a quienes tienen menos recursos. Con ello, se reducen las brechas sociales en el acceso a servicios básicos.
Los impuestos es otro de los grandes temas que provocan desequilibrios en el país, el análisis señala que hoy en día, México es un país desigual que no se corrige después de pagar impuestos. La actual estructura fiscal del país presenta graves deficiencias, y advierte que “el Estado mexicano es ineficaz y recauda muy poco, por otra parte, el cobro de impuestos sobre los ingresos de los más pobres perpetúa la disparidad”.
Para superar esta situación, el IMCO considera que es necesaria una reforma fiscal de fondo que incentive el empleo formal y reduzca el pago del impuesto sobre la renta (ISR) para quienes ganan menos.
Las instituciones públicas carecen de capacidad de responder los problemas y necesidades de la población, debido en gran medida a la sobrerregulaión para realizar trámites, lo que afecta mayormente a las personas de escasos recursos quienes tienen que invertir mayores recursos y tiempo. Como una propuesta para resolver esta problemática, el IMCO considera que atribuir a la Secretaría de la Función Pública la tarea de evaluar la calidad de las instituciones federales con base en una metodología abierta y robusta, mientras que en los órdenes estatal y municipal se puede delegar esta labor a las contralorías locales.
Finalmente, el análisis destaca que en el país faltan datos suficientes para evaluar la situación en la que viven y se desarrollan algunos grupos susceptibles a discriminación como personas con discapacidad, con VIH/SIDA, indígenas, afrodescendientes y migrantes. En un contexto de austeridad, la ausencia de datos limita la toma de decisiones para reducir la discriminación y generar una igualdad real de oportunidades para todos los mexicanos.
Frente a ello, el IMCO propone garantizar la estabilidad financiera del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) a fin de continuar medir el impacto de los esfuerzos en contra de la desigualdad, así como diseñar nuevas acciones.