Vale la pena hacer una buena explicación de cómo debería funcionar el presupuesto en una democracia funcional, como la que queremos ser.
Paso 1: El Congreso de la Unión crea leyes que respetan los parámetros constitucionales para cobrar impuestos a las personas que viven en un país para luego poder contar con recursos para gastar.
Paso 2: La Constitución establece el proceso a través del cual el gobierno propone cuánto dinero va a recaudar en un año y cómo lo va a gastar con base en leyes sobre la administración, administración y características del presupuesto que el mismo Congreso establece.
Paso 3: En septiembre del año previo al ejercicio de un presupuesto el gobierno envía a la Cámara de Diputados un proyecto de presupuesto que la Cámara debe evaluar, que puede modificar y al final aprueba.
Paso 4: Una vez aprobado se lo manda de regreso al gobierno para que este lo ejerza con base en las reglas que vienen en las leyes, en el propio decreto y en las leyes fiscales, de responsabilidades y que regulan las políticas públicas, las contrataciones y obras públicas, las leyes de transparencia y las que regulan los programas y las políticas públicas.
Paso 5: El gobierno ejerce los recursos de todos los mexicanos y tiene que rendir cuentas de cada peso que gasta para que diversos órganos puedan definir si cumplieron o no con las diversas leyes que los regulan y dieron resultados.
Paso 6: Los órganos de vigilancia y control como la Secretaría de la Función Pública y la Auditoría Superior de la Federación auditan investigan y revisan distintas obras, compras, programas y políticas y determinan si cumplieron las diversas leyes que los regulan.
Paso 7: Si de sus revisiones se encuentran que se violaron normas pueden sancionar de manera directa a los servidores públicos con sanciones que van desde una llamada de atención, que se conoce como una amonestación pública hasta una destitución o inhabilitación.
Paso 8: Si de las investigaciones se encuentran posibles delitos y actos de corrupción tienen la obligación de denunciar penalmente ante la Fiscalía General de la República o de las fiscalías estatales, dependiendo del origen de los recursos, y dar seguimiento a los casos.
Paso 9: Un año después con base en todo lo previamente revisado y sancionado, la Cámara de Diputados tiene la responsabilidad de evaluar si vuelve a dar presupuesto a proyectos, obras o programas que no funcionaron, que están costando de más de los que se derivaron recursos o aquellos que tienen sospecha de actos de corrupción.
Así es como debería funcionar una democracia constitucional y en ese camino íbamos, para allá íbamos. Ahora, con las autoridades de vigilancia y control de adorno parecería que el presupuesto es la cartera personal y política del presidente, y así podemos escuchar estupideces como: Bueno, al triple del costo y varios años después, pero por lo menos la acabó, dicen por ejemplo del Tren Maya o de Dos Bocas.
Esto es absurdo no sólo porque se violaron todas las leyes de presupuesto, de contrataciones públicas, de fiscalización, de responsabilidades, sino porque ese dinero “extra” que ronda por ahí del medio billón de pesos en sólo estas dos obras, es dinero que fue robado de la salud, a la educación, a la seguridad, porque el presupuesto no es infinito todas esas leyes y reglas tienen un sentido y fueron creadas justo para que nunca un presidente creyera que sus caprichos valen más, están primero y son más importantes que la vida, que la salud, que la educación o que la seguridad de los mexicanos.
Es muy sencillo de entender. Si un presidente gasta más, gasta mal, gasta con opacidad, provoca actos de corrupción, genera desfalcos, desvíos y problemas administrativos graves en los recursos no es justificable decir: Bueno pero por lo menos la va a acabar, cualquiera acaba cualquier tipo de obra si tengo la cartera abierta y le puedo quitar recursos a todos los demás rubros y proyectos importantes de un gobierno.
Para eso hay reglas, para eso hay leyes, y sí señor, la ley es la ley, en especial la ley de presupuesto porque no es su dinero es nuestro, es de nosotros, nosotros lo ponemos, usted no pone un quinto, nosotros ponemos ese dinero y las reglas están para que ese dinero rinda, valga, cuente y se cuente adecuadamente.
Y sí, por eso vamos a tener que seguir revisando y no aceptar esas estupideces como: bueno por lo menos las acaba. No señor, se trata de maximizar los recursos que son de todos los mexicanos.
Por eso es importante que le entres a estos temas, que los entiendas, que los revises, que los compartas, que los discutas con otras personas, porque si no nos vamos a acostumbrando a los abusos de poder, nos vamos acostumbrando a las idioteces, nos vamos acostumbrando a la corrupción impune y no podemos acostumbrarnos.