SENTIDO COMÚN
La reciente aprobación de la reforma a la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público otorga la facultad al gobierno federal de adquirir medicamentos, servicios y equipos para la salud en el extranjero sin necesidad de mediar licitación alguna.
Presuntamente la intención es romper con el monopolio del abasto de medicamentos en el país y otorgar al presidente de la República los instrumentos necesarios para realizar la compra de medicamentos fuera de México, que supuestamente no estaba permitido, de esta manera queda facultado el ejecutivo para atender el abasto de medicamentos en el país.
Aun cuando pareciera que la intención de esta reforma es benéfica para la población, se está atentando contra la transparencia que tanto se ha pregonado en este gobierno, toda vez que se dejará de cumplir con los procedimientos de licitación, dejando en libertad de realizar compras de manera discrecional pasando por alto los tratados internacionales ya firmados.
Los beneficios de esta reforma de ley quedan en entredicho, porque no ayudan en nada a la población, ya que no habrá garantía de que se compren medicamentos de buena calidad, para los enfermos que tienen padecimientos catastróficos o que están con mayor vulnerabilidad.
Uno de los señuelos para la aprobación de esta reforma es que permitirá la adquisición en el extranjero de la vacuna contra el Covid-19 cuando salga al mercado. Nada más faltaba que no se pudiera.
Por cierto, el presidente López Obrador ya está listo para realizar la primera compra consolidada de medicamentos, para resolver la escasez que se registra en México.
Por supuesto que la intención es buena, siempre y cuando no se convierta en un negocio más para los consentidos de la 4T, no vaya a ser que el único que provea de estos medicamentos al sector salud sea el hijo de Manuel Bartlett o de otro encumbrado funcionario.
En efecto la escasez de medicamentos se ha venido padeciendo desde el comienzo de esta administración, no nada más en las instituciones públicas, sino también en el mercado farmacéutico nacional, donde se ha vuelto un viacrucis conseguir medicamentos para combatir el Covid-19 como son la vitamina C y la Ivermectina, por mencionar algunos.
Son millones de enfermos que no se han podido atender adecuadamente durante la pandemia, unos por falta de atención médica, otros por no tener acceso a los medicamentos debido a los precios excesivos que resultan inalcanzables para la mayoría de las familias.
Ya es tiempo de que el sector salud tanto estatal como federal, principalmente los hospitales del Seguro Social cuenten con los medicamentos necesarios a tiempo y de buena calidad, para que los pacientes puedan surtir sus recetas como es debido y sean tratados con dignidad