GABRIEL GARCÍA-MÁRQUEZ
SENTIDO COMÚN
El pasado fin de semana inesperadamente se presentaron fallas en miles de establecimientos del país al tratar de realizar algún pago con tarjeta de crédito o débito.
Desde antes de realizar una compra o consumo el prestador del servicio advertía al consumidor que solamente se podrían recibir pagos en efectivo, toda vez que el sistema de las terminales de cobro estaba caído por razones desconocidas. Algunos afirmaban que era debido al cambio de numeración telefónica, es decir, que se estaba eliminando el 044 o 045.
En el transcurso del día el problema se agravó puesto que también en las gasolineras no estaban recibiendo tarjetas y los automovilistas no traían suficiente efectivo para llenar o recargar el tanque.
CAJEROS AUTOMÁTICOS TAMBIÉN FALLARON
Al utilizar el cajero automático en algunos casos también se presentaron problemas, pero de mayor gravedad, porque el cajero realizó la operación sin que el cuentahabiente recibiera el efectivo solicitado o bien el pago del servicio realizado no se llegó a concretar, pero sí a descontar del saldo de la cuenta.
Hasta el momento los representantes de los bancos no han salido a dar una explicación al público sobre las causas que originaron este problema y sus consecuencias, en cambio la Condusef ha informado que los usuarios de tarjetas deben revisar sus saldos y sus cargos, para cerciorarse de que no se les hayan hecho descuentos indebidos.
En caso de que se les haya hecho algún cargo improcedente, deben notificar a su banco o al emisor de la tarjeta de crédito.
Aún cuando el origen del problema es responsabilidad de la empresa Prosa, que provee de este servicio a las instituciones financieras, los bancos tienen la obligación de responder por los cargos indebidos que se hayan realizado o por los cargos domiciliados que no se hayan efectuado en tiempo y forma, por lo cual no procederá el cobro de ninguna comisión o recargo por el retraso en el pago ya que la culpa es de un tercero, es decir de PROSA.
Las anomalías hasta ahora detectadas son las domiciliaciones mal aplicadas, que el cajero no haya entregado el efectivo solicitado, los pagos realizados en el cajero automático no se acreditaron, los depósitos realizados durante la falla no se abonaron, entre otras tantas más que se han ido presentando.
Si tú fuiste uno de los clientes afectados, no dudes en reclamar y acudir a la CONDUSEF llamando al teléfono 55 53 400 999 y como dicen por ahí ¡No se deje!