SENTIDO COMÚN
La inflación en México cerrará este año en 7.1 por ciento según la actualización publicada por el Banco de México; sin embargo, resulta muy contrastante que los precios de los productos de la canasta básica se hayan incrementado de manera exorbitante.
No es un secreto que los incrementos de los energéticos son los factores que han propiciado el incremento de los precios de los productos, especialmente de los alimentos.
El INEGI se encarga de investigar mes con mes el movimiento de alrededor de 235 mil precios de ciertos productos agrupados en 283 conceptos genéricos en 46 ciudades del país. Entre estos productos se encuentran bienes y servicios de consumo cotidiano de las familias. De estos 283 conceptos solamente 82 son considerados en la canasta básica representativa.
Entre los productos que se contemplan en la canasta básica están: alimentos, artículos de limpieza e higiene personal y bienes complementarios básicos.
Tal parece que el incremento del salario mínimo del 27.5 por ciento es una buena medida para que los trabajadores puedan seguir conservando el poder adquisitivo, sin embargo, es una realidad que los precios de los productos de la canasta básica se han incrementado hasta en un 77 por ciento durante los últimos tres años, por lo que de nada servirá el incremento al salario mínimo anunciado por el gobierno.
De manera que el gobierno federal debería poner mayor atención al control de los incrementos tanto de los combustibles como de la energía eléctrica, toda vez que estos son costos que inciden considerablemente en los precios de los productos.
Es urgente que se frene el incremento de los productos, porque de otra manera ni con el alza de los salarios la gente podrá enfrentar el encarecimiento de la canasta básica.
El poder adquisitivo se ha visto afectado durante los últimos tres años, toda vez que el dinero que ganan los trabajadores ya no alcanza para adquirir los mismos productos que antes compraban las familias mexicanas.
Durante los últimos tres años, es decir del 2018 al 2021, los productos que más se han encarecido en más de un 60% son los siguientes:
Aceite comestible de 26.20 a 42.07 (60.57%), sopa de pasta de $4.93 a $8.00 (62.27%), pollo entero por kilo de $39.00 a $65.00 (66.67%, arroz por kilo de $19.49 a $34.53 (77.17%), frijol negro por kilo de $22.40 a $39.00 (74.11%), jamón virginia por kilo de $78.00 a $130.00 (66.67%) y jabón de lavandería de $10.40 a 17.36 (66.92%).
Basta con hacer un viaje al supermercado para darse cuenta de que el dinero ya no alcanza, que los carritos de super cada vez salen más vacíos y que muchas veces las amas de casa tienen que dejar artículos en las cajas porque no les alcanza el dinero que traen para hacer sus compras.
Mientras tanto, el gobierno sigue intentando hacer creer a la población que el incremento del salario mínimo es la panacea y que ayudará a que la gente mantenga su poder adquisitivo, lo cual es totalmente falso. Esperemos que las autoridades se pongan las pilas y que encuentren la fórmula para abatir la inflación verdadera que está dañando las finanzas personales de toda la población.