SENTIDO COMÚN
Sin el menor signo de preocupación se ve a subsecretario de Salud, Hugo López Gatell ahora que la pandemia parece haberse agravado, tan es así que los 6 exsecretarios de salud federales mostraron su preocupación y salieron a criticar la estrategia fallida del gobierno federal para combatir al Covid-19.
Con buenas intenciones los especialistas salieron a proponer una nueva forma de afrontar la pandemia en México, haciendo observaciones serias, no de carácter “mágico”, como las calificó Gatell en tono de burla, sino de carácter práctico.
Son 14 recomendaciones para acabar con el contagio en 8 semanas: cobrar conciencia entre la población que la pandemia será larga, creación de una base de datos nacional para el seguimiento y rastreo de casos, contactos y control del número de fallecimientos; tomar la ofensiva hacia una epidemiología de precisión y encontrar el virus, hacer 127 mil pruebas masivas semanales, desarrollar una encuesta serológica para llevar un muestreo nacional y, por supuesto usar el cubre boca y continuar practicando la sana distancia. También mejorar y unificar la atención a los enfermos, así como garantizar un ingreso mínimo vital para quienes se les pide quedarse en casa.
Ante la propuesta de “estos ilustrados exsecretarios” salió a flote el sarcasmo y la ironía del llamado “Doctor Muerte”, que los invitó a “patentar” la fórmula para controlar el Covid-19 y a pedir al canciller Marcelo Ebrard que la difunda en el servicio exterior mexicano para que todos los países lo sepan.
Como todos los mexicanos lo han notado el epidemiólogo Hugo López Gatell se ha convertido en un “contador de muertos” y hasta se dice por ahí que es socio de las famosas funerarias “García López”, lo que no sería nada raro, por lo que le ha caído como anillo al dedo esta pandemia, porque cada vez que da a conocer los datos sobre las muertes registradas, no puede ocultar el gesto de satisfacción que le provoca el número de decesos de cada día.
En resumen, lo que los exsecretarios piden al presidente de la República es que dé un golpe de timón al manejo de la pandemia, no con fórmulas mágicas como las calificó Gatell y mucho menos superficiales, sino con medidas serias y de sentido común que bien pueden aportar soluciones rápidas, para evitar que continúen los contagios y se eviten más decesos. Tal vez con este golpe de timón se le borre la sonrisa a López Gatell, el contador de muertos