Eric Cisneros: No convence a la “negritud”.
Juan Javier Gómez Cazarin: El más lacayo.
Rocío Nahle: Llega rezagada.
Sergio Gutiérrez Luna: Les echó a perder sus planes.
Eric Cisneros, secretario de gobierno de Veracruz, se defiende de la dura crítica de López Obrador al decirle éste qué, si quiere ser candidato que renuncie, pero el bola 8 revira y tira la pelota para otro lado, diciendo que se equivocan sus enemigos, qué están viendo moros con trinchetes, qué sólo está promoviendo su libro “La negritud en Veracruz”, tratando de esconder lo que no se puede ocultar.
Si se promueve, la cantidad de lonas saltan a la vista, es obvio, sería un tonto si no lo hiciera y que no aprovechara el cargo, el Poder es efímero, el tiempo se agota, y la candidatura de Rocío Nahle no es segura en las condiciones que se están viendo para la titular de energía Federal, bola 8 lo sabe, y es que Sergio Gutiérrez Luna ha resultado una verdadera piedra en el zapato, tanto para ella como para el gobernador, Cuitláhuac García Jiménez.
Sergio Gutiérrez Luna ha creado y formado una gran estructura política a todo lo largo y ancho de Veracruz, con verdaderos liderazgos políticos, y cuenta con todo el apoyo y respaldo de uno de los personajes más cercanos a López Obrador; Adán Augusto López Hernández, por ello, el miedo que carcome las entrañas de quienes hoy ocupan la silla de Palacio de gobierno.
Lo malo no es que se promueva, todos lo hacen, no hay respeto por las leyes, lo malo es que envía una mala señal y le quita reflectores a su jefa, y lo peor es que como el segundo hombre más poderoso del estado, no sepa operar políticamente a favor de la virtual candidata con alcaldes y regidores, y aproveche el vacío político de una forma egoísta para llevar agua a su molino para no quedarse fuera del presupuesto en el 2024.
Ahora………….quien envió a preguntarle al presidente en la mañanera lo de la promoción del bola 8? Es fuego amigo, sin duda.
Eric Cisneros ha creado muchos enemigos políticos, uno de ellos es Juan Javier Gómez Cazarin, dueño y amo del congreso, con quien lo unía no hace mucho tiempo un sin fin de complicidades y tropelías políticas al amparo del poder, por ejemplo, ambos colocaron a su gente en el Tribunal Superior de Justicia, donde supuestamente es presidenta la ministra, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, e incluso, con ayuda de juan Javier Gómez, bola 8 impuso a Verónica Hernández Giadams, como fiscal general del estado.
Lo que los llevó a romper es la misma persona: Rocío Nahle. Enfrentados por ver quién es más lacayo y más servil, el famoso carón le sacó ventaja al bola 8, y hoy el de Hueyapan, qué sueña con ser alcalde de Coatzacoalcos, se ha convertido en la sombra de la funcionaria de más peso en el gabinete.
Además, hay que decirlo también, el carón ha resultado mejor operador político que el secretario de gobierno, un hombre muy visceral, más cerrado, que no logra convencer ni a la “negritud” qué promueve en su libro, y eso es grave, porque se supone que él es el encargado de la política interna del estado.
Alcaldes como Amado Cruz Malpica, de Coatzacoalcos ni lo pelan ni le hacen caso, grave, más cuando en el gobierno municipal se encuentra otro miembro de este mismo grupo político como es el zángano director de gobierno municipal, Andrés Rosaldo, un inepto qué no arregla ni donde se acuesta y que no ayuda en nada a la jefa de los tres.
En fin, lo cierto de todo esto es que Rocío Nahle tampoco renuncia, como dice López Obrador de aquellos que aspiran a un cargo de elección popular, la funcionaria se promueve cínica y abiertamente para meterse con su último aliento, en una carrera que está llegando a su final sin que logre convencer a nadie de que ella es la mejor opción Veracruz.
A la titular de energía, Rocío Nahle, le va a hacer mucha falta tener fuero político cuando deje el desastre que ocasionó en la refinería de Dos Bocas por tanto sobrecostos. Al tiempo.