Los incondicionales de la 4T consideran un triunfo, lo que en realidad fue un fracaso, pues votaron por AMLO menos de la mitad de quienes lo hicieron el 2018.
La orden de arriba a todos los altos funcionarios del gobierno y líderes de Morena fue presentar la revocación de mandato como un triunfo para el presidente López Obrador.
En la burda transformación por el gobierno de un fracaso en un triunfo, se cumple el dicho “los números no mienten, pero los mentirosos hacen números”.