Miles de familias, adultos mayores, jóvenes, hombres, mujeres y niños salieron a las calles de todo el país, para defender al Instituto Nacional Electoral (INE), su autonomía y al derecho de todos los ciudadanos de vivir en democracia, y dejaron en claro su rechazo a la reforma electoral promovida por el presidente de la nación.
La cita fue en el Ángel de la Independencia, donde a las 10:00 de la mañana miles de personas se concentraron, para partir hacia el Monumento a la Revolución, sitio en donde se cerraría la marcha con la participación de José Woldenberg, primer presidente del Consejo General del que fue el Instituto Federal Electoral (hoy INE) y pieza clave en la democracia de México como único orador.
Datos de los organizadores de la marcha arrojan que en la capital participaron 200 mil ciudadanos; mientras que, de manera internacional, se calcula que 600 mil mexicanos salieron a defender la autonomía del INE. Casi 50 ciudades participaron en la marcha, entre ellas: Tijuana, Los Ángeles (EUA), Querétaro, Monterrey, Madrid (España), Puebla, Tamaulipas, Culiacán, etcétera.
“A eso vine, a defender al INE”, “El INE no se toca” o “INE aguanta, el pueblo se levanta” fueron algunas de las porras más populares que pudieron escucharse entre los asistentes, quienes tiñeron Paseo de la Reforma y la explanada del Monumento a la Revolución de color rosa, el cual es el color oficial y característico del INE.
En entrevista con Yo Influyo, David Guzmán, participante y quien decidió salir a marchar con su esposa y sus dos hijas, aseguró que “meterse con el INE fue la gota que derramó el vaso” y subrayó que como padre de familia le preocupa el futuro de sus hijas, por lo que él y su esposa no van a callar y van a asegurar a sus hijas un país con democracia.
Jóvenes, despiertos para luchar por la democracia
En la marcha no hubo distinciones, personas de todos los grupos y edades se hicieron presentes; sin embargo, los jóvenes arrasaron con su entusiasmo, energía y ganas de luchar por un país libre y que pueda gozar de su democracia. Miles de jóvenes se reunieron en grupos, inventaron porras, canciones y llenaron de vida a la marcha.
“Que le quede claro al presidente, que yo no soy acarreado, no soy chairo ni fifí, soy mexicano”, aseguró a Yo Influyo Jerónimo N, de 19 años, quien se organizó con amigos para asistir a la marcha y ante las cifras de participación de la marcha dadas por autoridades y que se quedan muy cortas, dijo que “no somos uno, no somos cien, somos un chingo, cuéntenos bien”.
Por otra parte, Luis Barrera, de 26 años, afirmó que “muchos jóvenes, incluyéndome, no conocimos lo que es vivir sin democracia, sujetos a la autoridad o imposición de un gobierno y no es algo que queremos conocer” y recalcó que las instituciones son para que se respeten, son para que cada día la democracia del país sea más fuerte.
“Ya no puedo ni votar, democracia se nos va, pero el INE no se va, no se va, no se va…. Quédate otra vez, quédate toda la vida… quédate otra vez, quédate noche y de día”, fue una de las canciones que jóvenes entonaban en la explanada del Monumento a la Revolución.
No a la destrucción del INE, no al autoritarismo
En discurso, José Woldenberg indicó que “defendamos al sistema electoral que generaciones de mexicanos construyeron y ha permitido la convivencia plural y la transmisión pacífica del poder” y recalcó que se debe decir no a la destrucción del INE, de los institutos locales y de los tribunales locales, a la alineación de órganos electorales a la voluntad del gobierno y principalmente NO AL AUTORITARISMO.
Finalmente, los organizadores de la marcha en defensa del INE indicaron que la movilización se realizó de manera exitosa, fue totalmente pacífica y hay saldo blanco. “Ante los insultos, contestamos con civilidad, esta fue una marcha pacífica”, comentaron y destacaron que cuando se convoque a la Cámara de Diputados a discutir la reforma electoral habrá otra movilización.
Al finalizar la marcha, cientos de ciudadanos colocaron sus pancartas con decenas de mensajes en las rejas del Senado de la República Mexicana, ubicado en Reforma, con la intención de crear conciencia en los senadores y dejarles en claro que deben luchar por el INE, por su autonomía y por la democracia.