POR ALEJANDRO MTZ H.
Por diferentes causas, razones o motivos, existe en Coatzacoalcos, la percepción de que su alcalde, el ingeniero Víctor Carranza, sólo sirve para dos cosas: pelear con la síndica y bailar el son de la iguana.
Bueno, eso era hasta hace unos días, cuando la sala regional del Tribunal Superior de la Federación, le dio palo al alcalde porteño y le dan la razón a la profesora Yazmín Martímez Yrigoyen.
En sólo una veintena de minutos los magistrdos analizaron y sentenciaron al munícipe como misógino y violento.
Sucede que en su defensa, el bufete jurídico del ayuntamiento y el despacho particular que tiene en Xalapa, se le fue a la yugular a la síndica, donde la tratan de inmoral, deshonesta y muchas cosas parecidas.La agresiva defensa del alcalde hizo sospechar a los magistrados que en la convivencia diaria el alcalde incurre en Violencia de Género contra su edil, quien lo ha denunciado desde hace tiempo por supuestos desvíos y otras irregularidades, sin que hasta el momento haya pruebas contundentes.
En apariencia no pasa nasa. Solo un apercibimiento para ya no pelear, sin embargo, políticamente el daño va más allá, pues los magistrados exigen dar parte del caso 3xjd67972020 a la
fiscalía del Estado para una investigación a fondo sobre el caso Violencia de Género y con copia al >OPLE, por si el alcalde pretende participar por un puesto de elección popular.
El daño político ya está hecho. Ahora hay que ver que remedio aplica el presidente municipal, pues le urge un asesir como López Gatell, o por lo menos alguien que le diga cual es la realidad en su gobierno.