Conforme se acerca el inicio del año electoral (septiembre 2020), llega una gran cantidad de datos, fechas, hechos y otros chismes para desprestigiar a los posibles próximos candidatos.
Entre la basura que nos envían predominan las travesuras de los hijos de conocidos alcaldes que sueñan con ser reelectos. Como en el caso del muchacho violento que tuvieron que sacar de la ciudad por agredir a su maestra en pleno salón de famosos colegio “fifi”.Esta criatura tuvo que irse muy lejos para que no le ajustaran cuentas por sus frecuentes riñas en conocidos antros porteños.
Y como este caso nos llegan varios más a nuestro portal pero se les olvida a quienes los envían que el columnista no es nadie para educar a los hijos de políticos ineptos y flojos. Esa es su labor como padres de familia que son.
Por lo tanto queda muy claro en este espacio no nos metemos en la vida privada de los funcionarios cuyo trabajo es deficiente o de plano no existe.
BUEN PROSPECTO.
Analistas políticos de esta localidad coinciden en que la profesora Yazmín Martínez Irigoyen sería una buena representante de Morena en la Cámara de Diputados en lugar de la actual Diputada Tánia quien se ha dedicado a ser la mandadera de la actual secretaria de Energía , olvidándose de para qué la eligieron en su Distrito.
La profesora Martínez Irigoyen demostró su inteligencia y tolerancia al derrotar sin violencia a su más acérrimo enemigo, un iguanodonte perverso al que le dieron poder para fastidiar a sus adversarios. Imagínese usted a la maestra porteña con un buen equipo en el palacio de San Lázaro devolviéndole a su partido la credibilidad que tenían cuando llegaron al poder.
AGRADECIMIENTO
Dice el refrán popular ” que cada quién habla, según le va en la feria”. En mi reciente visita a la Clínica 36 del IMSS me tocó vivir varias experiencias en un lapso de 12 horas .
Me tocó lidiar con un cirujano muy ocupado, un internista novato y una enfermera neonazi por lo demás todo estuvo bien y logré salir vivo cuando mi esposa por pura suerte logró localizar un camillero.
El final feliz ocurrió gracias a que el director Gaspar Vivas ordenó se autorizara mi alta voluntaria pues de lo contrario todavía estaría como bulto de ropa sucia esperando que alguien se acordara que varias horas atrás ya me habían dado de alta.