Sentido Común
Por: Gabriel Garcia-Marquez
Fotografía: Ángel Hernández
Si de elefantes blancos hablamos, Coatzacoalcos podría llevarse el récord mundial en esa categoría; pero no por tener obras monumentales y costosas, sino por tener obras inconclusas y abandonadas.
El nuevo símbolo de este tipo de bodrios son las dos torres del malecón costero iniciadas por el legendario constructor de desarrollos de interés social don Rolando Fernández, dueño del grupo Roma, que se hizo famoso desarrollando una serie de multifamiliares y fraccionamientos que fueron la muestra de que en Coatzacoalcos había un boom producto de los complejos petroquímicos.
Por desgracia don Rolando Fernández falleció y su magna obra, la que iba a ser el símbolo del Coatzacoalcos moderno y por supuesto que sería la obra cumbre de este importante constructor, ahora ha quedado en el abandono, porque tal vez a sus herederos no les interesa continuar con la obra de su patriarca.
Estas torres van siguiendo el destino de otras construcciones como el famoso Hotel Lerma, el Medicentro, una clínica ubicada en la calle Bellavista casi esquina con Bravo y otras tantas edificaciones que se han dejado olvidadas también en el malecón costero.
Por lo visto la construcción de estas torres del Grupo Roma se ha suspendido y todo indica que ahí se quedarán para la historia arquitectónica fallida del otrora pujante puerto de Coatzacoalcos.
A estas obras abandonadas se suma el famoso Libramiento Portuario que desde hace años se quedó en obra negra, con el riesgo de ser derruido toda vez que su trazo original ahora es obsoleto y no hay presupuesto oficial estatal o federal que lo vaya a poder rescatar.
Funcionarios del sector han declarado que lo mejor sería demolerlo y proyectar y construir uno distinto, que sirva realmente al nuevo entorno de esta zona de acceso al Puerto de Coatzacoalcos y a los Complejos Petroquímicos.
Me había olvidado del Cristo Redentor, estatua monumental que desde los tiempos de Marcelo Montiel se empezó a construir cerca de las escolleras de Villa Allende y que se dejó ahí arrumbada, convirtiéndose en un peligro para la población, toda vez que no hay vigilancia en el sitio y llegan jóvenes a tomar subiéndose a la parte más alta donde no hay medidas de seguridad ni vigilancia alguna. A ninguno de los siguientes alcaldes le ha interesado continuar con este monumento y lo mismo sucedió con el famoso barco Aldebarán al que se le gastó muchísimo dinero para hacer una copia del barco turístico “Cañonero Guanajuato” que durante muchos años operó en Boca del Río y que fue un gran atractivo con cafetería y museo, que sirvió como un imán que dio vida a un paseo turístico familiar junto al río Jamapa, que luego se llenó de restaurantes y bares.
EL FUTURO DE LAS TORRES TEATRO
Por otro lado las Torres Teatro desarrolladas por el Grupo Diez, están concluidas, pero desgraciadamente por culpa de la maldita crisis y de los altos precios de estos departamentos de lujo, se encuentran totalmente vacíos y no se ve para cuando se vayan a comercializar y a ocupar.
Por fortuna y gracias al interés puesto por los Diez, en la misma Plaza Teatro, se abrieron dos restaurantes que han dado vida a este sitio, donde hoy se ve a las familias y a comensales de todas las edades disfrutando de las delicias de la carne en el restaurante Madison y de una muestra de la comida japonesa en el famoso restaurante Sushito, que ha venido a llenar un espacio poco atendido en la ciudad. Hoy este es uno de los sitios gastronómicos más concurridos y que han puesto la muestra a las franquicias y a los promotores de la industria restaurantera.
EL MAL ASPECTO
Es una pena ver como crece el zoológico de elefantes blancos o de construcciones en obra negra o derruidas en distintos rumbos de la ciudad de las amplias avenidas. Edificaciones en ruinas sea por el paso del tiempo o por la falta de interés de empresarios o de autoridades, que no se preocupan por demoler o dar mantenimiento a estas edificaciones que dan un mal aspecto al otrora pujante Puerto México, donde se vive soñando en un futuro promisorio que nunca llega. Hoy nos volvieron a engañar con la Zona Económica Especial, que supuestamente vendría a impulsar la economía de la región, que ahora más que nunca esta urgida de recursos frescos y de ser tomada en cuenta por el gobierno para que por lo menos traigan acá alguna de las dependencias que están desconcentrando hacia distintas ciudades del país.
Hasta a Chetumal le irá bien con la llegada de la Secretaría de Turismo, que aun cuando sea solamente una parte de su estructura la que se mudará para la capital de Quintana Roo, algo le habrá de generar económicamente.
Ojalá el presidente López Obrador volteara hacia acá donde la población le quiere y le tiene confianza todavía.