PSIC. GENOVEVA MUÑOZ ALVAREZ MASTER EN EDUCACION Y TERAPIA FAMILIAR
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Toda meta deseada necesita ser planeada y alcanzada gradualmente, después de establecer qué quiero lograr, cómo lo voy a lograr, qué he intentado anteriormente y ha dado resultado, qué he hecho para alcanzarla y no ha sido efectivo, qué puedo mejorar de lo que ya he intentado o qué cosas nuevas puedo hacer para lograrlo, es momento de definir cuándo quiero conseguirlo.
El tiempo dice un dicho “es el aliado de todos”, y es que en realidad todo plazo acaba por cumplirse, esto significa que aunque un objetivo deseado parezca muy lejano, tarde o temprano puede ser logrado si se trabaja para ello.
Planificar una meta que requiere de mucho esfuerzo y duración para alcanzarse en un tiempo corto es sinónimo de frustración. Es decir, puedes planificar llegar a tu peso ideal en una semana si sólo tienes que bajar uno o dos kilos, pero si lo que pretendes es bajar 10 kilos, concluyentemente será imposible lograrlo, por lo que se necesita ser consciente del tiempo y lo que se puede ir realizando a lo largo de este.
Es sumamente interesante resaltar que si se planifican los objetivos se es más consciente de la responsabilidad que demandan cada uno de ellos para ser adquiridos. Esto lejos de desanimar, debe fungir como motivante de que lo que deseo es real y puedo lograrlo, recuerda que nada en esta vida es gratis y en realidad se valora más lo que cuesta, puesto que el esfuerzo que uno invierte para tener lo querido desarrolla mayor interés y aprecio por ello.
Cuando se obtiene algo sin gasto de energía tiende a dársele un valor muy bajo y puede incluso parecer innecesario, esto es como consecuencia de la falta de conciencia de lo que se sufrió para adquirirlo, o mejor dicho, esto es consecuencia de la falta de conciencia de lo que padeció quien nos lo da para poder tenerlo. Un ejemplo claro de esto es el agua potable, cuando todos los días al despertar y al abrir la llave se ve caer el agua, la gente se da el lujo de bañarse bajo la regadera, cepillarse los dientes y dejar la llave abierta… no obstante, cuando han pasado dos o más días sin el líquido vital, se valora el poco que se tiene, se bañan almacenando el agua en cubeta y se trata de gastar lo menos posible; todo esto es debido al esfuerzo suministrado para tener aquello deseado o necesario.
Existen objetivos generales, que en este caso serían las metas que se desean conquistar, un objetivo general especifica el qué, cómo, dónde y cuándo, respuestas que hemos dado ya al contestar los cuestionamientos que se encuentran en el primer párrafo. Resta unificar estas ideas en un solo enunciado, por ejemplo: este año deseo comprarme en octubre un carro nuevo en la agencia X sin pedir préstamos a nadie; a continuación, hay que ir especificando lo que se hará gradualmente para lograr el cometido, ya que será imposible esperar al mes de octubre y tener el dinero suficiente para comprar el auto si no se realiza esfuerzo alguno, a estas acciones programadas paulatinamente que ayudarán a obtener la meta anhelada se les conoce como objetivos particulares.
Los objetivos particulares son actividades planificadas que poco a poco irán propiciando que el objetivo general sea más susceptible de alcanzarse, por ejemplo, si mi meta es comprar un auto en octubre, necesito programar acciones que me lleven a conseguir el dinero suficiente para adquirirlo, estas acciones pueden ser dispuestas para llevarse a cabo diariamente, semanalmente, mensualmente o anualmente, según el tiempo que se tenga para ir adquiriendo la meta principal. Entonces, puedo planificar para enero solicitar un aumento a mi salario, en febrero buscar y conseguir un trabajo alterno para tener más ingresos, en marzo invertir el dinero ganado en algo que pueda producir más frutos económicos, en abril permanecer en casa y evitar gastar dinero saliendo de vacaciones, en mayo continuar ahorrando, en junio …, en julio …, en agosto …, en septiembre contabilizar el dinero ahorrado y definir si es posible que compre el carro, o bien, dar para el enganche considerando que debo permanecer con el mismo ritmo de trabajo para lograr una nueva meta… terminar de pagar el auto.
En definitiva, toda meta alcanzada conlleva nuevas metas por triunfar, esto radica en la idea de ser mejor cada día, nótese que no sólo existen metas económicas sino también afectivas, psicológicas, biológicas, deportivas, de salud, familiares, de pareja, …
Cabe especificar que si la meta a alcanzar es en una semana, los objetivos particulares deben ser programados diariamente; si la meta a conseguir es en un mes, los objetivos particulares deben ser programados semanalmente, cada tercer día, o bien, diariamente; si la meta se pretende en dos o más meses, necesitan ser planificados los objetivos particulares por semana y/o por mes; si el objetivo general se desea ganar en un año, los objetivos particulares pueden ser cada mes, cada dos meses, cada tres; y así sucesivamente.
También es válido, ir adecuando los objetivos particulares de acuerdo a como avanza el tiempo, es decir, si has planificado algo y en la práctica te vas dando cuenta que la forma en que pretendías alcanzar tu meta no está funcionando, puedes planificar nuevas alternativas; de igual manera, si te das cuenta que vas avanzando pero que para conquistar tu objetivo general necesitarás más tiempo del estimado, es válido reestructurar tus objetivos particulares y ajustar tu meta principal.
Si no se obtiene la meta planeada tal y como se deseaba, no es un fracaso, será un aprendizaje que te enseñará qué más implementar para conseguirla o qué evitar. Lo que determinantemente no es viable es desanimarte y truncar tu sueño, esto si será un fracaso porque te estarás dando por vencido. Recuerda lo que dice el dicho: “Lo que sobra en esta vida es tiempo”.
Si llevar a cabo esto se te dificulta busca ayuda de tus seres queridos para lograrlo y si eso no funciona, busca ayuda profesional para ser guiado al éxito.
Recuerda que buscar ayuda a tiempo reduce mucho el sufrimiento y que, ante el sufrimiento, buscar ayuda es mejor opción.
