El Caballero Supremo de los Caballeros de Colón, Carl Anderson, reflexionó sobre cómo el ejemplo del P. Michael McGivney, sacerdote que fundó esta organización en 1882 y que es beatificado este sábado 31 de octubre en Estados Unidos, puede ayudar a superar la soledad que muchos experimentan actualmente.
En un artículo publicado hoy en USA Today, Anderson explicó que los católicos “y la gente de fe puede encontrar inspiración en las acciones del P. McGivney en sus casi 38 años de vida en la tierra, ya que vivió en un tiempo de pérdidas terribles, prueba y en el que muchas familias perdían sus fuentes de ingreso y se sumían en la pobreza”.
“Las comunidades también se enfrentaban a la adicción, especialmente al alcoholismo. Los jóvenes buscan un sentido. La sociedad caía presa de la intolerancia y el odio racial y religioso”, agregó.
Ante esta realidad, el sacerdote buscó unir a las personas y puso a la fraternidad como una de sus claves.
“Él se dio cuenta de que cuando las personas se unen vuelven su atención fuera de sí mismas y se centran en el servicio a otros. Se fortalecen uno al otro y, al hacerlo, fortalecen la sociedad”, dijo Anderson.
Esta perspectiva permitió que el P. McGivney llevara a muchas personas hacia su parroquia y lo llevó a fundar a los Caballeros de Colón, para “darles a los hombres católicos un propósito más alto: proteger sus familias, preservar la fe y buscar buenos trabajos en sus comunidades. Hoy son más de dos millones los caballeros que cumplen esta misión en Estados Unidos y el resto del mundo”.
Ante la situación actual con la pandemia del coronavirus y una encuesta que muestra que más del 60% de estadounidenses se sienten solos, Carl Anderson recuerda la propuesta del P. McGivney de la fraternidad, “en su sentido más amplio y profundo”, como lo ha destacado recientemente el Papa Francisco en su encíclica Fratelli tutti.
Anderson resaltó que en esta perspectiva, la “gente se puede reunir alrededor de una causa común de muchas maneras. Los vecinos lo pueden hacer para afrontar los temas en su comunidad, los amigos pueden unir fuerzas para ayudar a corregir un problema social, la gente puede poner aparte las diferencias políticas y personales para cuidar de los pobres, los viudos, los huérfanos, los sufrientes, los marginados, los oprimidos. No faltan oportunidades”.
El Caballero Supremo de los Caballeros de Colón destacó que el futuro beato “nos muestra un camino hacia adelante. Este fin de semana, la Iglesia Católica reafirmará con fuerza que su vida es digna de alabanza y su ejemplo vale la pena ser emulado. Millones de católicos ya lo miran pidiendo guía e inspiración”.
“Imaginen si más millones, de todas las formas de vida, hicieran suya la misión del Padre McGivney. Mientras más sean, más probable será que Estados Unidos supere los desafíos que afrontamos”, concluyó. (aciprensa)