La violencia de género es una de las grandes preocupaciones de la sociedad y tenemos la obligación de combatirla. Hay algo que en muchas ocasiones pasa desapercibido: una mujer que ha sufrido amenazas y agresiones continuas se siente insegura después de haber roto la relación con el hombre que la maltrataba. Siente un miedo lógico y tiene que empezar una nueva vida.
El colectivo de mujeres víctimas de violencia machista está en una situación de vulnerabilidad. Suelen carecer de ingresos y tienen hijos. Por ello es importante que se labren un futuro en el mercado laboral.
La Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género destaca las necesidades especiales de las mujeres maltratadas y establece ayudas económicas para que encuentren una salida. Las instituciones, empresas y entidades sociales impulsan proyectos que les permiten buscar empleo.
Además de dotarles de independencia económica, hace que las víctimas se alejen del ambiente del maltrato y establezcan otros vínculos sociales. Sentirse valorada y ganar dinero es vital para que recuperen la autoestima.
Iniciativas
El Estado, mediante el Instituto de la Mujer, promueve desde hace años la iniciativa “Empresas por una sociedad libre de violencia de género”. En el plan se establecen diferentes convenios con empresas que ayudan a integrar a las mujeres maltratadas en el mercado laboral. Por ahora, casi 90 empresas se han unido al proyecto.
Cruz Roja y la Fundación Integra ejercen de intermediadores en el programa. Analizan caso a caso y preparan a las mujeres para que accedan a un trabajo.
También existen iniciativas privadas. Es el caso de “De mujer a mujer”, de Banco Santander. Quince profesionales de la entidad presidida por Ana Botín orientan y acompañan a 15 víctimas. El proyecto va por su segunda edición y, por ahora, más de la mitad de las participantes han encontrado empleo.
Formas de violencia de género
Los expertos diferencian siete tipos de conductas:
1. Física. Causa heridas, traumatismos… Puede provocar la muerte.
2. Psicológica. Amenazas, desprecio, humillaciones…
3. Sexual. Violaciones, acoso y prostitución forzada.
4. Económica. Quitar los recursos a la mujer y a los hijos.
5. Patrimonial. Destruir alguna de sus posesiones para hacerle daño psicológicamente.
6. Social. Controlar a la pareja y aislarla.
7. Vicaria. Amenazar a los hijos para herir a la mujer.
Además, las instituciones y colectivos sociales avisan sobre el aumento de la violencia de género entre adolescentes y anuncia otra realidad: las agresiones no se producen solo en el entorno de la pareja, sino que se aprecian en toda la sociedad.
Por La Vanguardia