SENTIDO COMÚN
Gabriel García-Márquez
Una vez más Coatzacoalcos se convirtió esta semana en noticia nacional; los medios dieron cuenta de tantos hechos sangrientos y policiacos, que tal parece que estábamos viviendo una “narco serie” con más acción que las de Epigmenio Ibarra.
La noche del miércoles dejaron un cuerpo desmembrado en bolsas negras justo frente al Museo de la Pirámide en el Malecón Costero. El viernes por la tarde, ejecutaron a un hombre mientras podaba el pasto de su casa en Villa Allende.
El martes por la noche elementos policiacos persiguieron a balazos a un joven estudiante que acabó empinado en el canal de la calle Javier Anaya con heridas de bala. Y el mismo día se suicidó un joven de 24 años en la colonia Primero de Mayo.
El lunes apareció embolsado el cuerpo de una joven mujer de 30 años que luego fue identificada por sus familiares en un lote baldío frente a Plaza Forum.
Y el lunes por poco y linchan a un taxista por atropellar a una señora en el fraccionamiento Villas de Santa Martha. El conductor se salvó de ser linchado por los vecinos enardecidos.
En el Cereso Duport Ostión piden dinero para entregar a los familiares el cuerpo de un reo muerto por Covid-19 y el colmo de los colmos es que en una clínica del seguro intercambian cadáveres y entregan por error el cuerpo equivocado a una familia que, al darse cuenta de la confusión, regresa a reclamar y se encuentran con la novedad de que su familiar ya había sido cremado.
Por cierto, la tarde de este viernes por ir a exceso de velocidad colisionaron un camión repartidor de refrescos y una camioneta particular, que volcó aparatosamente en el Malecón Costero, resultando heridos conductor y copiloto.
Pero lo más espectacular fue cuando una pareja asaltada por dos sujetos persiguió en su camioneta a los asaltantes hasta atropellarlos en el estacionamiento de un negocio automotriz y que milagrosamente salieron ilesos, huyendo del lugar; sin embargo, el conductor y un elemento de seguridad los persiguieron a pie hasta alcanzarlos y lograr su detención.
Lo cierto es que cuando parecía que la violencia ya se había calmado por la presencia del coronavirus, esta semana regresó con mayor intensidad y fuerza poniendo en peligro a la población, que una vez más se tiene que cuidar de la delincuencia que anda desatada, porque siguen los asesinatos, las ejecuciones, los suicidios, los asaltos, los cortinazos y la violencia en las calles de Coatzacoalcos como sucede en las narco series de Netflix.
Pues ahora hay que cuidarse del coronavirus y de la delincuencia que tal parece nunca se ha ido.