SENTIDO COMÚN
La recesión tan anunciada desde hace algunos meses prácticamente ya está aquí a la vuelta de la esquina, no provocada por una política económica nacional errática, sino por la llegada inesperada del coronavirus que ha afectado a la economía global.
Así que la esperanza de superar la contracción que veníamos arrastrando, se quedará solamente en eso, porque la caída de la economía mexicana es inminente.
Según los especialistas solamente un milagro podría lograr que México alcanzara un crecimiento positivo.
De acuerdo con la calificadora JP Morgan, México podría registrar una contracción del 1.8 %, ya que la pandemia del Covid-19 ha golpeado a los países petroleros y al turismo, además de la aviación, la industria automotriz y las remesas. El grupo financiero BBVA ha estimado una caída del PIB del 4.5% si bien nos va.
El sector turismo podría perder, según los expertos, hasta un 40% de turistas durante la Semana Santa.
El precio del petróleo ha colapsado llegando al nivel más bajo en la historia moderna y las fábricas de automóviles han tenido que cerrar por culpa de las bajas ventas y el covid-19.
Debido a la débil demanda de automóviles en el sector automotriz General Motors ha suspendido sus operaciones en todas las plantas en México por tiempo indefinido, con el pretexto de desinfectar sus instalaciones y darles mantenimiento preventivo en San Luis Potosí, Silao y Ramos Arizpe.
Por su parte, la Nissan de Aguascalientes ha iniciado un paro parcial de manera temporal entre el 25 de marzo y el 13 de abril. También cerrará totalmente la planta que ensambla Inifiniti y Mercedes Benz.
También Honda ha anunciado la suspensión de la producción en sus plantas, no nada más en México sino también en Canadá y Estados Unidos ante la baja
demanda y el covid-19. El cierre será temporal, pero se dejarán de producir alrededor de 40 mil vehículos.
Aun cuando no se habla de recortes de personal, ni de despidos masivos, es preocupante que pudieran cerrar de manera definitiva en caso de que la pandemia continúe y que no se reactive el mercado automotriz.
El caso es que la recesión ya está aquí y habrá que hacer algunos ajustes a los planes que el sector privado tenía para este 2020.