GABRIEL GARCÍA-MÁRQUEZ
Cuando El Puerto de Liverpool absorbió a Suburbia se despertó una gran expectativa y los clientes pensaron que era una buena estrategia, sobre todo porque se esperaba que mejorase la calidad de los artículos ofrecidos por Suburbia sin que aumentaran los precios.
Primero, en 2017 le compraron al grupo Walmart las 124 tiendas Suburbia y casi un año después decidieron desaparecer el nombre de su filial Fábricas de Francia, que contaba con 41 establecimientos en el país, para convertirlos en Liverpool o Suburbia según conviniera en cada plaza donde operaban. Luego de analizar el paquete de tiendas de Fábricas de Francia 24 de éstas se convirtieron en Liverpool, 14 se volvieron Suburbia y 3 fueron cerradas en forma definitiva.
En el caso específico de Coatzacoalcos, Fábricas de Francia se convirtió en la segunda tienda Liverpool de la zona y Suburbia mantuvo su nombre original en el mismo sitio. De manera que ahora funcionan dos tiendas Liverpool y una de Suburbia, teniendo como único competidor a Sears.
En los últimos meses el grupo Liverpool registró una caída en sus ventas de 1.7% en todas sus tiendas, incluyendo las de reciente apertura, dato por demás preocupante porque en el 2018 habían logrado un crecimiento del 7%. En el último trimestre del año, las ventas de Suburbia cayeron un 5.9%, registrando el peor resultado desde que se fusionaron con Liverpool.
El crecimiento de El Puerto de Liverpool no ha sido el esperado, toda vez que tenían planeado abrir, además de un centro comercial, cuatro tiendas Liverpool y 19 Suburbia, pero la desaceleración les ha detenido y solamente han podido concluir dos tiendas Liverpool y ocho Suburbia.
¡DE A PESO LA BOLSITA!
Por supuesto que no todo es culpa de las malas políticas comerciales del grupo departamental, sino que la desaceleración de la economía y la inseguridad tienen mucho que ver para que la gente ya no salga de compras como antes lo hacía. Se ven muchas familias recorriendo los centros comerciales, viendo aparadores, probándose ropa, pero al final se llevan solamente una prenda si acaso.
Entre los errores cometidos por estas tiendas está el cambio en la plataforma tecnológica, que complicó la recepción y el envío de las mercancías del centro de distribución a sus tiendas, pero también les ha pesado mucho que han descuidado el gasto de publicidad en los medios tradicionales como la prensa y la radio, conformándose con utilizar las redes sociales, que son lo más barato, pero no son la mejor opción ni la única para incentivar las ventas. Ya se les olvidó a sus mercadólogos que producto que no se anuncia, no se vende.
En efecto hay muchas visitas de los clientes a las tiendas, pero hace falta promoción tanto en la utilización de los medios, como en la labor de convencimiento y atención de los vendedores, que de un tiempo para acá no le echan ganas a su trabajo. Es decir, el cliente se atiende solo.
Para acabar de alejar a los clientes ahora les cobran las bolsas en un peso con el argumento de que son biodegradables. En efecto, son muy baratas, pero no deja de ser una ofensa para quien acaba de gastarse 500 o mil pesos en ropa y se la tenga que llevar hechas bolas en las manos. Por lo menos en Suburbia tomaron la decisión acertada de entregar la mercancía en bolsas de papel con el logotipo impreso, lo cual no están tan mal, porque eso de ir a Liverpool con la bolsa del mandado es algo que no va con los precios de esta tienda.
Ahora están esperanzados al Buen Fin y a las ventas navideñas, pero de seguir sin gastar en publicidad y sin mejorar la atención, los resultados serán negativos y Liverpool dejará de ser parte de tu vida.