PSIC. GENOVEVA MUÑOZ ALVAREZ
MASTER EN EDUCACION Y TERAPIA FAMILIAR
TANATÓLOGA
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Consultorio Psicológico (Psicóloga Genoveva).
Cuando hablamos expresamos lo que sentimos, creemos y pensamos. Las emociones son sentimientos que ayudan a discernir la satisfacción o desagrado que nos provoca un acontecimiento, se ponen de manifiesto a través de nuestro tono de voz, gestos, palabras y posturas corporales, si estamos alegres nuestro tono de voz se hace más agudo, sonreímos, nuestra mirada tiene un brillo especial, nuestro cuerpo se observa relajado y las palabras que emanan de nuestra boca son positivas; en cambio si nos encontramos enojados, el tono de voz se vuelve grave, el ceño por lo regular se encuentra fruncido, la mirada es penetrante y dominante, el cuerpo se percibe tenso y las palabras que pronunciamos son negativas.
Las emociones facilitan la percepción del mundo que nos rodea más no se deben convertir en reguladores de nuestro estado de ánimo o de nuestra salud, tanto el hombre como la mujer poseen la capacidad de autorregularse y ello conlleva el aprender a dominar sus emociones y evitar que éstas los dominen, no obstante el dominar nuestras emociones no significa evadirlas o reprimirlas, sino más bien autoregularlas cuando éstas se encuentran fuera de control y pueden llegar a desencadenar conductas que afecten a quien las vivencia o a terceras personas.
Al hablar de control emocional de ninguna manera se pretende considerar la posibilidad de dejar de sentir o ignorar lo que se siente, reprimirlo ni mucho menos evadirlo. Controlar no es en realidad el mejor término para expresar que lo más sano es reconocer las emociones, los sentimientos que se poseen y expresarlos. Las emociones no son malas o buenas, simplemente son, al igual los sentimientos nos permiten auto conocimiento, lo importante en todo esto es lo que se hace con ellos.
Se puede sentir ira y se puede expresar el enojo con palabras, con golpes, con gritos, aventando cosas y demás, y justo eso es lo importante, qué hacemos con lo que sentimos. De esto se trata la auto regulación, como su mismo nombre lo dice, de regular, de equilibrar lo que se siente y buscar una respuesta más sana para expresar y superar lo que se siente, validándose, dignificándose y haciéndose responsable de lo que se hace con ellos.
Tomado siempre en cuenta la ley de vida que expresa que la libertad y el derecho de un individuo termina justo donde comienza el del otro.
Estudios han comprobado que la falta de regulación en las emociones, provoca con el paso del tiempo, enfermedades tales como dolor de cabeza, colitis, jaqueca, sudoración excesiva, dolor en las articulaciones, estreñimiento, diarrea, dolores musculares, entre otras.
Sucede que cuando se tiene que tomar una decisión y no se encuentra la mejor opción, se mantiene la interrogante en nuestra mente sobre cuál será la mejor solución ante dicha situación y en ocasiones se termina el día sin una respuesta y con un dolor de cabeza, dolor provocado por la excesiva tensión que provoca el no encontrar la mejor elección, nótese que no es una enfermedad dicho dolor de cabeza, sino una manera en la que nuestra mente solicita ayuda al cuerpo para evitar continuar buscando una respuesta que muchas veces tenemos con anticipación y sólo la estamos evitando.
Entonces como la mente es tan hábil desvía la preocupación hacia el dolor de cabeza, dando como resultado dejar de pensar en la encrucijada e iniciar un pensamiento diferente: ¿cómo me quito este dolor de cabeza?, esto se considera enfermedad cuando el dolor de cabeza es constante.
A lo antes descrito se le conoce como somatización, es decir cuando la boca se ha cansado de expresar y la mente de pensar sin encontrar una solución agradable para el individuo, el cuerpo comienza a hablar. La somatización se da cuando se manifiestan alteraciones físicas que no tienen una explicación médica sino psicológica, esto no es grave si se presenta esporádicamente, es significativo cuando es constante, recurrente y/o variable la somatización, o bien dependiendo de la intensidad de la alteración física somatizada, aspecto que corresponde a un especialista de la salud valorar. Otro ejemplo de somatizar es cuando se hace un coraje muy grande y se reprime el enojo, puede ser inmediatamente después del enojo o posterior a unas horas que se presente dolor en el estómago, este dolor viene como resultado de retener el enojo y no expresarlo, cabe mencionar que el enojo en sí no es algo inadecuado, el inconveniente se presenta en la forma en la que se expresa dicho enojo, ya que no es lo mismo gritar que estoy muy decepcionado, que golpear a alguien por dicha decepción.
Científicos en la actualidad y especialistas de la salud han encontrado causas psicológicas en muchas de las enfermedades del hombre actual, esto es posible observarlo con facilidad en la enfermedad del siglo… el estrés, mismo que produce padecimientos varios de salud en las personas que lo viven y puede incluso llegar a desbordar la personalidad de un individuo, entre otros factores, para lo cual se necesita asistencia especializada.
La somatización viene como resultado de un exceso en las emociones, ya sean positivas o negativas, puesto que hasta las buenas noticias producen cambios biopsicoafectivos, si uno se encuentra descansando en la comodidad del hogar y de repente nos llama un amigo muy querido, la emoción que se siente altera los signos vitales cambiando el estado de reposo en el que se encontraba el cuerpo por un estado más alerta, la mente se activa con los pensamientos que devienen de la conversación y las emociones surgen una tras otra al escuchar al ser querido y lo que este nos comenta.
Por lo tanto, lo más recomendable para evitar somatizar, es mantener una comunicación profunda con uno mismo, estar en contacto con nuestras sensaciones, emociones, pensamientos, reconocerlas, identificar qué las provoca, y evitar postergar lo que necesita ser resuelto hoy, y si se está consciente que no se remediará pronto lo que nos angustia, simplemente esperar el momento oportuno para resolverlo, ya que la angustia y la ansiedad no ayudarán satisfactoriamente para encontrar una solución ideal, la calma y la serenidad sí.
Ignorar lo que se siente, es invalidarse a uno mismo, ignorarse, lo cual a la larga general frustración, ira, auto humillaciones, intolerancia, y más emociones desagradables que terminarán también en enfermedad.
Todo aquello que no es sano y que no dignifique al ser humano, lo enferma.
Recuerde que buscar ayuda a tiempo reduce mucho sufrimiento y que ante el sufrimiento, buscar ayuda es mejor opción.