Xalapa, Ver.-El modus operandi de la Fiscalía de Veracruz para conseguir imputaciones contra excolaboradores de Javier Duarte era el siguiente: primero, torturaba a exservidores públicos en prisión y luego les ofrecía una negociación: si ellos declaraban contra sus superiores, obtendrían su libertad mediante la simulación de una enfermedad grave que sería validada por médicos y jueces serviles a los intereses de la procuraduría a cargo de Jorge Winckler Ortiz.
Estos hechos fueron comprobados por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH)en la recomendación 25/2019 donde se determinó que la Fiscalía General del Estado (FGE), con la tolerancia y aquiescencia de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), torturó a Gilberto Aguirre Garza, exdirector general de Servicios Periciales para obtener una declaración incriminatoria contra Luis Ángel Bravo Contreras, exfiscal de Veracruz. Ambos presos por el delito de desaparición forzada de personas.
Estas presuntas violaciones a derechos humanos cometidas en el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares podrán ser usadas en favor de los exservidores públicos ligados a estos crímenes, al exponer que los cargos en su contra fueron obtenidos bajo la fabricación de pruebas y tortura.
E-Consulta Veracruz obtuvo en exclusiva copia de la recomendación 25/2019, la cual relata cómo fiscales, policías, abogados particulares, médicos y jueces simularon justicia en un caso trascendente de desaparición forzada con un solo propósito, beneficiar al gobierno pasado en las elecciones del 1 de julio de 2018, donde el candidato a gobernador por la alianza PAN-PRD-MC era Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del entonces mandatario estatal, Miguel Ángel Yunes Linares.
La tortura: “Solo recibo órdenes de Yunes y Winckler”
El 3 de abril de 2018, Gilberto Aguirre Garza, exdirector de Servicios Periciales de la FGE fue detenido por el delito de desaparición forzada, bajo la causa penal 80/2018. A él se le acusa de ordenar la desaparición de 19 cadáveres que habrían sido víctimas de las Fuerzas Especiales de la SSP durante el gobierno de Javier Duarte.
En esa misma fecha, Aguirre fue trasladado al Centro de Reinserción Social de Pacho Viejo, Veracruz, (CE.RE.SO Zona 1), en donde, presuntamente fue víctima de actos de tortura con la finalidad de rendir una declaración en contra de su exjefe Luis Ángel Bravo Contreras.
El 6 de noviembre de 2018 Aguirre declaró a visitadores de la CEDH que: “Al ingresar al reclusorio de Pacho Viejo fui internado en la sección “A”, estancia 1, litera 1, después de ser vinculado a proceso. En mi estancia pusieron por órdenes de la Dirección un radio con bocina a todo volumen durante día y noche por varios días lo que se convirtió en una tortura pues cuando llegaba por momentos a conciliar el sueño era por un cansancio extremo (…) Por lo anterior hablé con el director del reclusorio Gabriel Jiménez Ramírez quien me dijo que no podía hacer nada al respecto, que él solo recibía instrucciones de Miguel Ángel Yunes Linares, Jorge Winckler Ortiz, Marcos Even Torres Zamudio (fiscal anticorrupción) y Luis Eduardo Coronel Gamboa (exfiscal especializado en denuncias por personas desaparecidas). Esta tortura me hizo perder 8 kilogramos de peso”.
“El 10 de mayo de 2018, a la 1 de la mañana fui despertado por el director del penal, Gabriel Jiménez Ramírez y un custodio, quien me ordenó vestirme y que lo acompañara. Me condujeron al segundo piso del área de oficinas, hasta final del pasillo, donde se encuentra la oficina del director. Al entrar veo a Luis Eduardo Coronel, quien me preguntó cómo la estaba pasando. Me dijo que sabía perfectamente que no había cometido ningún delito pero que el exfiscal Luis Ángel Bravo Contreras había roto un acuerdo con el gobernador Miguel Ángel Yunes y que necesitaba que lo incriminara por el mismo delito que fui vinculado a proceso (…) que tenía una propuesta de Miguel Ángel Yunes y del Fiscal Jorge Winckler, que si declaraba contra Bravo Contreras dejarían de torturarme con la música insoportable, que respetarían a mi familia -dándome perfectamente a entender que la agredirían de no aceptar sus pretensiones-, y que además tendría derecho a tener una televisión en la celda y un celular. Opté por aceptar la propuesta. La entrevista concluyó a las 4:00 a.m. (del 11 de mayo), sin que estuviera presente mi defensor, que en esa fecha era el licenciado Arturo Nicolás Baltazar. Luis Eduardo Coronel contactó por celular a Jorge Winckler informándole sobre mi declaración y Winckler autorizó los beneficios que me ofrecía, avalados por el gobernador Yunes Linares”, declaró Aguirre.
Sin embargo, estas negociaciones cambiaron su curso con el resultado de las elecciones del 01 de julio, donde Miguel Ángel Yunes Márquez fue derrotado por el candidato morenista, Cuitláhuac García Jiménez, actual gobernador de Veracruz.
“Mi declaración del 10 de mayo fue alterada. No reconozco el contenido ni las firmas plasmadas. Yo solo proporcioné por una sola vez mi declaración, y ahora tengo conocimiento que existe una supuesta declaración de ampliación de fecha 11 de mayo de 2018. La firma en esa ampliación es falsa, apócrifa. La primera hoja no tiene firmas, ni la mía, ni la de D. G. G. (Fiscal especializado para la atención de denuncias por personas desaparecidas en la zona centro Xalapa) ni la de un supuesto abogado, P. J. S. L., a quien nunca designé como mi defensor en la declaración del 10 de mayo, ni en la ampliación del 11 de mayo, y quien tampoco estuvo presente en ninguna de las fechas”, señaló Aguirre.
El quejoso dijo que de acuerdo con Coronel Gamboa, la negociación con la Fiscalía esta vez solo surtiría efectos siempre y cuando se legalizara su declaración ante la juez de Control, Alma Aleida Sosa Jiménez -ligada al exgobernador Yunes- a través de una prueba anticipada.
A cambio, Aguirre sería diagnosticado por un médico particular con alguna afectación de salud grave que sería confirmada por un perito de la Dirección General de los Servicios Periciales (DGSP) de la FGE. Con ello se solicitaría el cambio de medida cautelar a la jueza Sosa Jiménez, junto con el desahogo de la prueba anticipada.